El 2024 es otro gran año para Javier Bardem. El prestigioso actor español protagonizó Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, una de las miniseries más impactantes del año. Y luego de ese feroz relato criminal, Bardem se prepara para otra intensa ficción que lo llevará a personificar a un peligroso criminal que ya tuvo dos versiones en cine, pero que ahora llega en formato televisivo.
Según confirmó el portal Variety, Bardem será uno de los protagonistas de una versión en serie de Cabo de miedo. El intérprete español se pondrá en la piel de Max Cady, un peligroso exconvicto que luego de cumplir su condena, decide darle caza a su antiguo abogado defensor. Decidido a castigar a quien debía defenderlo, Cady no dudará en acechar a la familia de su víctima, y sumergirla en un macabro plan que culminará en asesinato.
La serie de Cabo de miedo se verá a través de la plataforma de Apple TV+, y como si el proyecto no fuera de por sí prometedor, se confirmó también que Steven Spielberg y Martin Scorsese serán los productores del proyecto. Apple ordenó una temporada de diez episodios, que aún no tienen fecha de estreno.
Esta es la tercera vez que Cabo de miedo recibe un traspaso a la pantalla. La primera adaptación del libro The Executioners, que sirvió como fuente de la historia, se hizo en 1962 con Gregory Peck y Robert Mitchum como el abogado Sam Bowden y Max Cady respectivamente. En 1991, Scorsese dirigió una remake que contó con Nick Nolte en la piel del abogado, y con Robert DeNiro como el peligroso asesino. Esta segunda versión es notablemente violenta y se trata de uno de los grandes films del realizador italoamericano. De esa manera, Bardem será ahora el encargado de darle vida al violento personaje, un rol que probablemente remita a otro de sus mejores trabajos en cine, el del asesino Anton Chigurh en Sin lugar para los débiles.
La tribu de Bardem
Bardem llama a su familia —formada junto a Penélope Cruz y sus dos hijos en común, Leo (13 años) y Luna (11 años)— su “tribu” pero, a diferencia de las figuras patriarcales que el actor interpreta en las películas de Dune (2021) o La sirenita (2023), el actor practica un acercamiento diferente a su paternidad. En una entrevista, Bardem cuenta que es un trabajo en evolución y que no quiere ser el padre que está constantemente encima de sus hijos: “No quiero tener expectativas de en quién quiero que se conviertan por mi propio bien o mi propia recompensa. No quiero decirles qué hacer, cómo hacerlo o presionarlos de una manera que no necesitan”. También recalca la importancia de la infancia y cómo esta determina la vida que una persona va a desarrollar. “Todos lo sabemos. Debemos cuidar y ser muy sensibles con nuestros pequeños para que crezcan de forma saludable. Es una inversión para la sociedad. Cada niño es una inversión para la sociedad”, afirma en la entrevista.
Además, el actor sostiene que la paternidad no consiste en reconocer los logros y las virtudes, sino en prestar atención, con milimétrico detalle, a sus propias imperfecciones. “Tengo un montón de defectos y cosas que necesitan ser corregidas en términos de mí como ser humano”, comienza. “Pero ser capaz de educar a alguien es la responsabilidad más importante que vas a tener en la vida. Estás ayudando a guiar, a formar a alguien, y ¿cómo puedes hacer eso si no te educas a ti mismo? ¿Si realmente no evalúas quién eres como ser humano?”, concluye quien también dice que intenta convertirse, día a día, en el mejor padre posible creando vínculos afectivos y emocionales fuertes con sus hijos.
Las palabras de cariño y reconocimiento entre el matrimonio han sido escasas, y la mayoría de las veces se han limitado a sus discursos de agradecimiento cuando han sido premiados por sus trabajos. El mes pasado, Bardem, al recoger el Premio Donostia durante la gala 72º del Festival de cine de San Sebastián, rindió un dulce homenaje a su mujer, dedicándole el galardón. “Es para una mujer a la que amo y con la que comparto la vida”. Tras decir estas palabras, el actor se echó a llorar mientras miraba a su esposa en el anfiteatro. “Un agradecimiento muy hondo por el ser humano que eres y cómo te responsabilizas de la vida de tus hijos y, por supuesto, de la vida de este señor que está aquí que te ama, que te quiere y te agradece”.