Una de las familiares de las víctimas del triple atropello mortal de Suesa, ocurrido en abril de 2023 en esta localidad cántabra y juzgado este lunes en la Audiencia Provincial, ha considerado tras la vista -en la que las partes han acordado cinco años y nueve meses de prisión al acusado- que «matar sale barato» y cree que el conductor impicado «no debería salir» de la cárcel.
Lo ha expresado así Jessica Rey, hermana de Erika y tía de Ethan, madre e hijo que fallecieron en el siniestro, en declaraciones a los periodistas a la salida del Palacio de Justicia de Las Salesas, ante los que ha lamentado la pérdida de su única hermana -que tenía 42 años y era «mi compañera de vida», según ha expresado- y de su sobrino, de 19 y que tenía «toda la vida por delante». Ambos dejan otro hijo y hermano pequeño.
«Es duro», ha reconocido, emocionada, ante los medios, a los que ha indicado que puede «llegar a entender» que alguien tenga un accidente en un momento dado y por cualquier motivo, pero no cuando, como ocurrió en este caso, una persona decide coger un coche «sabiendo que estás bebido y que te han intentado parar», a lo que se sumó además la ingesta e influencia de medicación y el tratarse de alguien mayor, que «no tiene el mismo control». «Es una bomba de relojería», ha resumido Jessica.
LA LEY SE QUEDA MUY CORTA
El abogado de esta familia, David Fernández, ha reconocido que les ha costado «bastante» aceptar el acuerdo, pero lo han hecho por las limitaciones que impone la ley en este tipo de delitos, que son «muy difícil superar». Así, se saldan con penas «bajas» pese a tratarse de hechos «muy graves», y que en este caso supone «menos de dos años de prisión» por cada víctima.
«Creemos que la ley se queda muy corta», ha indicado este letrado, que inicialmente solicitaba nueve años de prisión, tres más que el fiscal, y a cuyo escrito modificado -interesando cinco años y nueve meses- se ha adherido, teniendo en cuenta sentencias previas de causas similares y la interpretación de la norma ante múltiples fallecidos.
«Iba a ser imposible sobrepasar los seis años» de encarcelamiento ha reconocido Fernández, a la par que ha apuntado «este tipo de penas supone un mensaje un poco laxo para la sociedad». Por lo demás, ha valorado la prohibición de volver a conducir impuesta al procesado o de acercarse durante siete años al camping, al que siguen yendo sus clientes.
En similares términos se ha expresado Rosa Trinidad, presidenta de la asociación Stop Violencia Vial, para quien «no son suficientes» los años de cárcel impuestos. «Es muy poquito» tiempo, ha apuntado, aunque en este suceso «es mucho» si se compara con las penas con las que «normalmente» se saldan este tipo de delitos.
«Qué poquito vale la vida de una persona cuando muere en la carretera. Yo creo que es muy injusto», ha lamentado la portavoz de esta agrupación, que reclama una reforma del Código Penal. «Es muy cruel» y «no puede seguir saliendo tan barato matar en la carretera. Hay que endurecer las penas», ha insistido.
PERMISOS EN POCOS MESES
Finalmente, la abogada de la defensa, Carmen Sánchez Morán, se ha mostrado satisfecha con el acuerdo alcanzado y que a su juicio se ciñe «estrictamente la aplicación de la ley en asuntos de esta naturaleza», con muertes causadas por imprudencia o negligencia.
Así, en el caso de su cliente, «lo último que pasó por su cabeza es causarle daño a nadie», y conforme a la ley, la pena acordada es «procedente», y no los nueve años que pedía la acusación particular, que era algo «improcedente en un asunto de esta naturaleza».
Por lo demás, esta penalista ha indicado que tratará de que su patrocinado tenga todos los beneficios penitenciarios, pues está próximo a cumplir ya una cuarta parte de la condena –lleva en prisión provisional desde agosto de 2023- y podría tener permisos «en breve, en unos pocos meses».