Los fuertes vientos reavivaron un incendio forestal cerca de la frontera entre Nueva Jersey y Nueva York, lo que obligó a las autoridades a tomar medidas urgentes. El foco en el área de Jennings Creek causó la implementación de una evacuación voluntaria en una pequeña zona cercana.

Aunque las autoridades no reportaron un riesgo inmediato para la población en general, la situación aún es peligrosa, especialmente debido al pronóstico de fuertes vientos que se presentaron durante todo el fin de semana.

El sábado, se lanzaron más de 79.000 litros de agua sobre el incendio en Jennings Creek, con el apoyo de helicópteros del Estado de Nueva York.

Incendio forestal cerca de la frontera entre Nueva York y Nueva Jersey

El incendio, que inicialmente fue contenido en un 90% en el lado de Passaic County, Nueva Jersey, y en un 70% en Orange County, Nueva York, se descontroló parcialmente debido a los vientos que soplaron durante el fin de semana.

Hasta el viernes, el fuego había destruido alrededor de 19 kilómetros cuadrados en ambos estados. Sin embargo, las autoridades temen que el número de hectáreas afectadas siga en aumento debido a las condiciones meteorológicas adversas.

Según Jeff Wernick, portavoz del Departamento de Parques de Nueva York, las autoridades decidieron evacuar alrededor de 165 viviendas en Warwick, Nueva York, como medida preventiva.

Parque Estatal del Bosque de Sterling: El incendio afecta principalmente esta área, donde se han suspendido actividades recreativas como la caza.

Esta evacuación, que se llevó a cabo “por precaución”, afecta a una pequeña comunidad cercana al foco de incendio. Aunque los residentes de la zona fueron advertidos, los funcionarios afirmaron que el riesgo para las casas cercanas aún no es elevado. A pesar de ello, la situación es monitoreada de cerca.

El control de los incendios en Nueva York y Nueva Jersey, con ayuda aérea

El sábado pasado, helicópteros de la Guardia Nacional de Nueva York arrojaron más de 79.000 litros de agua sobre las llamas, mientras que un helicóptero de la Policía Estatal de Nueva York también contribuyó con otros, 3400 litros.

Sin embargo, los bomberos de la región aún trabajan arduamente para contener el incendio, que se concentró principalmente en el Parque Estatal del Bosque de Sterling. En este lugar, las actividades recreativas, como la caza, fueron suspendidas como medida de seguridad, aunque los centros turísticos, como el área frente al lago en Greenwood Lake, permanecen abiertos.

Los fuertes vientos durante el fin de semana aumentan el riesgo de expansión del fuego en los estados de Nueva Jersey y Nueva York.

A pesar de los esfuerzos, el viento continúa como un factor decisivo en la propagación del fuego. El pronóstico para este lunes podría hacer que el fuego se extienda aún más, lo que aumenta la preocupación entre las autoridades locales.

Tragedia en el Bosque de Sterling: un joven de 18 años murió mientras ayudaba a los bomberos

La gravedad de la situación se vio reflejada en una trágica pérdida. El pasado 9 de noviembre, un empleado del Departamento de Parques de Nueva York murió cuando un árbol cayó sobre él mientras trabajaba en la zona del Bosque de Sterling. Este joven de 18 años ayudaba a los bomberos a combatir el incendio cuando ocurrió el accidente.

Un trabajador de 18 años perdió la vida al ser alcanzado por un árbol mientras combatía el incendio en el Bosque de Sterling.

Aunque la causa del incendio sigue bajo investigación, las autoridades pidieron precaución a los residentes de las áreas cercanas. Además, las condiciones climáticas empeorarán a medida que se acerque el miércoles, ya que los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional anticipan que no se esperan lluvias en la zona hasta ese momento.

El peligro de los incendios forestales es una amenaza en todo el noreste de Estados Unidos. Los vientos y las altas temperaturas favorecen la propagación de las llamas, lo que podría llevar a nuevas evacuaciones y situaciones de emergencia. Mientras tanto, los bomberos y las autoridades locales trabajan incansablemente para controlar el fuego y reducir los riesgos para la población.