Francia tomó el Giuseppe Meazza y le arruinó la fiesta a Italia. Los dos ya estaban clasificados para los cuartos de final de la Nations League, pero Milán se había preparado para ponerle un moño a la muy buena campaña en la etapa de grupos. Los tifosi llegaron expectantes y se fueron con las manos vacías. Ni un consuelo, salvo que el pasaje para los play-off ya estaba asegurado. Pero no hubo ningún plus, porque la derrota por 3-1 derivó en la resignación del liderazgo de la zona, la pérdida del invicto y la amenaza de que el sorteo lo cruce con España -defensor del título-, Alemania o Portugal. Todo como consecuencia de un rendimiento muy pobre, tan insistente para ir al frente como escaso de ideas. La Azzurra chocó los 90 minutos ante un rival al que le sobran músculos para repeler embestidas sin imaginación.

Francia se llevó el triunfo siendo el rey de la pelota detenida. Repitió una fórmula a la que Italia no le encontró antídoto. Tuvo el formidable golpeo de zurda de Lucas Digne y los cabezazos de Adrien Rabiot (1,88 metros), que por primera vez convirtió un doblete en los seis goles que lleva en 49 partidos con Les Bleus.

Saliba presiona sobre Retegui, a punto de caerse y sin influencia en los 65 minutos que estuvo en la cancha

El desarrollo fue decepcionante para Mateo Retegui, que en su cuarta titularidad en los últimos cinco cotejos no pudo darle continuidad a las buenas producciones anteriores (había marcado ante Bélgica e Israel). Muy poco abastecido y absorbido por los centrales Konaté y Saliba, el argentino nacionalizado casi no entró en acción en los primeros 65 minutos que estuvo en la cancha, hasta que fue reemplazado por Moise Kean. Apenas si alguna pelota le llegó a los pies y nunca quedó en situación de llevar peligro a Maignan. Un rendimiento irrelevante en una semana en la que se conoció el interés de equipos de la Premier League por su pase, que pertenece a Atalanta.

Todos los jugadores de Francia terminaron festejando abrazados, haciendo una piña, con el arquero Mike Maignan -en el descuento hizo una gran tapada ante Daniel Maldini- como uno de los más emocionados. El subcampeón del mundo atraviesa por una reconstrucción que tiene sus dificultades. Por segunda convocatoria consecutiva quedó al margen Kylian Mbappé, que en la primera ocasión pidió ser liberado y en la segunda no recibió el llamado de Didier Deschamps. En el medio, el delantero transita por una adaptación a Real Madrid con más dificultades de las imaginadas y se le sumó una acusación por abuso sexual durante un viaje de placer a Estocolmo.

Los jugadores de la victoria de Francia: Digne (un gol y dos asistencias) y Rabiot (dos goles)

Con el retiro del arquero Hugo Lloris -también dejó al seleccionado Raphael Varane-, Deschamps le dio a Mbappé una cinta de capitán que esperaba Antoine Griezmann, en cuya despedida de Les Bleus habría influido esa elección del técnico.

Francia le sacó el jugo a la pelota detenida en todo el partido. Se puso rápido en ventaja, antes de los dos minutos, con un cabezazo de Rabiot, que por salto y poderío físico le ganó al zaguero Buongiorno. Sin Camavinga, y dentro de la progresiva renovación que está llevando adelante Deschamps, el puesto de volante central lo ocupó Manu Kone, debutante en esta Nations League, y con presencia en Roma, donde es titular por delante de Leandro Paredes.

Lo más destacado de Italia 1 – Francia 3

Italia pobló el mediocampo, a lo ancho y por adentro, pero tuvo dificultades para generar juego. Desconectado Tonali, el volante que regresó hace unas semanas tras cumplir la suspensión por participar en apuestas, Barella naufragó como un falso enganche y Fratelli, habitualmente criterioso con la pelota, tampoco influyó.

Francia se sintió cómoda en ventaja, es un equipo que prefiere las transiciones a la pausa, la verticalidad a descansar con la posesión del balón. Neutralizaba a una Italia confundida para encontrar los caminos. El adelantamiento local en búsqueda del empate le daba los espacios que tanto le gusta para los contraataques, con la potencia física que le imprimen a cada intervención Nkunku (en la función de media-punta), Muani y Thuram (los dos delanteros).

El tiro libre de Digne entrará en un ángulo, tras dar en el travesaño y el cuerpo del arquero Vicario

Francia ya había obtenido rédito de la muy buena pegada de zurda de Digne en la ejecución del córner para el cabezazo de Rabiot. El lateral de Aston Villa volvió a lucirse con un tiro libre impecable, que pegó en el travesaño y luego en el arquero Vicario para transformarse en el segundo gol.

Con el 2-0, Francia pasaba a cuartos de final como primero del grupo. Italia pudo deshacer el nudo que era su juego con los dos carrileros: Dimarco desbordó por la izquierda y Cambiasso definió por el sector opuesto. La desesperación siguió guiando a Italia en el segundo. Francia esperó y volvió a golpear con la receta conocida: tiro libre desde la derecha de Digne y cabezazo de Rabiot.

Luciano Spalletti intentó torcer la historia con los ingresos de Kean, Raspadori, Maldini y Rovella, pero Italia tuvo un día con muy pocas luces. Necesitaba un gol más, perder al menos por la mínima diferencia, para conservar el primer puesto. Pero ni eso. Francia fue consistente e hizo fortuna en las jugadas de estrategia con la zurda filosa de Digne y la cabeza de Rabiot. Por su recomposición interna había llegado al Meazza sin buenas vibraciones y se vuelve con la euforia metida en el cuerpo.