Carlos Rodríguez, economista y ex “asesor senior” del presidente Javier Milei, ya firmemente instalado como crítico de la gestión mileísta, y en particular de la política económica, comparó el carry trade y el cepo cambiario con las adicciones y advirtió que “no hay salida gratis” de ambos esquemas.
“Recién conversé con un psiquiatra experto en adicciones. Me explicó que las drogas hacen que el organismo produzca dopamina. La dopamina da placer y produce adicción. Cada vez el cuerpo pide más dopamina, o sea más droga. La droga va destruyendo el organismo y la mente del usuario, que cada vez pide más para mantener el mismo estímulo. Eventualmente el requerimiento de dopamina y droga es tan grande que la droga hace colapsar al organismo del individuo, y debe abandonarla o morir”, comenzó relatando Rodríguez a través de su cuenta de X.
“El dolor de abandonar un nivel de acostumbramiento de dopamina se llama ‘withdrawal” (retiro). El sufrimiento del withdrawal es mayor cuanto mayor sea el nivel de acostumbramiento de dopamina que se debe abandonar. Dice el experto que el dolor del withdrawal es mayor que la felicidad obtenida al construir la adicción. Y dura mucho tiempo. No pude dejar de pensar en el paralelo entre el proceso de felicidad de adquirir la adicción y el dolor del withdrawal, con el proceso de bajar artificialmente la inflación a través de bajar el tipo de cambio usando endeudamiento (carry trade) y controles de cambio (Cepo)”, sostuvo.
Vale mencionar que el carry trade, también conocido como “bicicleta financiera”, una estrategia de inversión que consiste en desarmar tenencias en dólares para obtener rendimientos en pesos a través de diferentes instrumentos y con el diferencial, comprar más dólares. Esto se hace posible principalmente porque la tasa de interés, recientemente recortada al 35% nominal anual por el Banco Central, se encuentra muy por encima del crawling peg o ritmo de devaluación mensual del tipo de cambio oficial, que se mantiene en 2% desde el inicio de la actual gestión.
“La economía es un organismo. El carry trade y el Cepo son una droga que permiten la felicidad transitoria de tener una inflación descendente a costa de un deterioro gradual y creciente en el Tipo Real de Cambio, llamado ‘atraso cambiario’. El atraso cambiario eventualmente hace colapsar la economía, se debe abandonar la droga del carry trade y el Cepo y llega la etapa del ‘ajuste’, o sea del ‘withdrawal’”, continuó el economista
“La economía paga con creces el costo de haberse drogado con el carry trade y el Cepo. Una vez empezada la adicción solo hay dos caminos posibles: -Continuar con la droga hasta el inevitable colapso. -Dejar la droga y sufrir el costo del withrawal. Hay muchos paralelos a la drogadicción en economía. El control de precios que lleva al Rodrigazo es otro caso. Los servicios sociales de reparto que demandan cada vez más prestaciones y financiados con impuestos al empleo que llevan al colapso de la Seguridad Social también. No hay salida gratis”, finalizó.
Rodríguez, quien fue muy cercano a Milei y lo asesoró previamente a que ganara las elecciones, se viene mostrando muy crítico del rumbo económico del Gobierno. Recientemente también había afirmado en redes sociales que “el atraso cambiario ha sido hasta ahora el verdugo de todos los intentos de ajuste de la economía. Esto pasa porque los gobiernos se empeñan en bajar primero la inflación y usar política cambiaria para eso, antes de hacer las reformas estructurales necesarias para soportar la restricción cambiaria”.
Y agregó: “Yo creo que lo correcto es flotar, sacar al Banco Central del mercado financiero, emitir lo menos posible y hacer las reformas estructurales en las áreas fiscales, laboral y regulatoria. Si la política no permite esas reformas, fijar el tipo de cambio y recurrir al carry trade o préstamos externos es mantener una economía inviable y postergar una crisis inevitable y recurrente. Esa ha sido la experiencia argentina de los últimos cien años. Este gobierno está haciendo buen trabajo en materia regulatoria, pero no veo reformas sostenibles y eficientes en las áreas fiscal y laboral. El atraso cambiario es evidente,y es incompatible con lo que debería venir al final de todo el ajuste: la apertura comercial. Se han invertido las prioridades que debería tener un plan sostenible de estabilización con ajuste estructural”.