El enviado especial de Estados Unidos para Sudán, Tom Perriello, viajará finalmente este lunes al país africano en un esfuerzo para intentar reactivar las negociaciones de paz entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) a pocos meses de que expire el mandato del presidente norteamericano, Joe Biden.
El viaje estaba programado para este sábado pero la visita se ha retrasado por motivos logísticos, según informa la agencia oficial de noticias sudanesa SUNA. De todas formas, este domingo sí que llegará una delegación de avanzadilla para preparar la visita del enviado.
Perriello llegará Puerto Sudán, en el este del país y prácticamente la única zona libre de conflicto, con un nuevo acuerdo de cooperación con Etiopía, la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) bajo el brazo para acelerar «el protocolo para alcanzar una solución integral a la crisis sudanesa».
En este sentido, fuentes del diario ‘Sudan Tribune’ apuntan que la IGAD ha propuesto el despliegue de tropas africanas de países no implicados en el conflicto para intentar aplicar un débil acuerdo de paz pactado el añopasado en Arabia Saudí.
En realidad, se trata de una presentada inicialmente a las partes interesadas regionales e internacionales en agosto y que preveía el envío de aproximadamente 4.500 tropas (900 efectivos por cada nación contribuyente) incluido personal técnico no militar, por un período renovable de seis meses.
Esta iniciativa sigue la Declaración de Yedá, un acuerdo de tregua alcanzado en la ciudad saudí entre el Ejército y los militares en mayo de 2023 y que ha sido incumplido sistemáticamente por ambas partes, principalmente por la falta de «mecanismos de aplicación», según reconoció en su momento el enviado de la IGAD a Sudán, Lawrence Korbandi, al medio sudanés.