Cuidar nuestra salud a través de la alimentación es uno de los ejes más importantes que debemos tener en cuenta. Esto se debe a que los alimentos tienen un elevado contenido de nutrientes que son muy beneficiosos para el organismo, como los antioxidantes, las grasas insaturadas como el ácido oleico, el omega-3, la fibra, los minerales y las vitaminas, de acuerdo a un informe de la Universidad de Barcelona.

El contenido nutricional de ciertos alimentos repercute positivamente en nuestro organismo, ya sea en el funcionamiento de los órganos, el refuerzo del sistema inmunitario o el mantenimiento de los huesos. Por lo tanto, una alimentación balanceada resulta fundamental para una vida saludable.

La mandarina está llena de nutrientes y vitamina C que ayudan al organismo a prevenir enfermedades

En esta oportunidad, el foco está en la prevención de las enfermedades cardíacas que se deben a trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, ocasionando un gran impacto en la salud, calidad de vida y consecuencias económicas y sociales, además de ser la principal causa de defunción en todo el mundo, según la Asociación Española de Enfermería en Cardiología.

Priorizar una alimentación balanceada y otros hábitos saludables pueden mejorar las condiciones en que funciona el corazón y disminuir los riegos de sufrir enfermedades cardíacas. Al respecto, la mandarina es señalada como una fruta infaltable en nuestra dieta debido a su colaboración con la absorción de grasas y protege al corazón.

Los beneficios de la mandarina

La mandarina es una fruta rica en potasio, vitamina C, provitamina A, ácidos orgánicos y flavonoides. Los expertos afirman que incluirla en nuestra alimentación beneficia la salud de nuestro organismo debido a sus propiedades antioxidantes, por lo que se le atribuye una acción preventiva frente al cáncer y la enfermedad cardiovascular.

Esta fruta contiene pectina, una fibra que colabora con la absorción de grasas, la reducción del colesterol malo y el control del peso corporal. De esta manera, también protege al corazón ante las enfermedades cardíacas.