Una mujer señaliza el intermitente izquierdo de su coche. (Shutterstock España)

¿Te has cuestionado en alguna ocasión de qué forma te comunicas con el resto de vehículos cuando vas conduciendo tu coche? Si todos nos pusiéramos a gritar para indicarle al resto nuestras intenciones en la carretera, sería un auténtico caos comprendernos entre chillidos. La forma que tienen los vehículos en la carretera para indicarle al resto la maniobra que van a realizar es el intermitente. Su uso inadecuado o inexistente sigue siendo una de las principales causas de accidentes de tráfico en España. Aunque activar esta señal es una acción simple, su correcta utilización es crucial para garantizar la seguridad en la carretera. En el caso de que estés conduciendo y las luces se fundan o simplemente dejen de funcionar, deberás sacar el brazo por la ventanilla para indicarle al resto si vas a girar o cambiar de carril.

Los intermitentes son una herramienta esencial para la seguridad vial, pero no utilizarlos correctamente puede derivar no solo en accidentes, sino también en multas significativas. Según el Reglamento General de Circulación, señalizar las maniobras al volante es obligatorio y su incumplimiento está sujeto a sanciones económicas que pueden afectar gravemente al bolsillo de los conductores. Poner los intermitentes no te da la prioridad para realizar la maniobra que desees, ya que tienes que asegurarte de que la situación en la carretera sea favorable.

La ley de circulación establece claramente la obligación de advertir al resto de usuarios sobre cualquier maniobra al volante, desde giros hasta cambios de carril, adelantamientos, paradas o incorporaciones. Para ello, todos los vehículos motorizados cuentan con luces intermitentes de color amarillo. En caso de avería o ausencia de estas señales luminosas, el conductor deberá recurrir a gestos manuales, como lo hacen los ciclistas, hasta solucionar el problema.

(Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, la realidad evidencia una falta de conciencia en su uso. Despistes, dejadez o desconocimiento contribuyen a situaciones de riesgo evitables. Según los expertos, respetar la regla RSM (Retrovisor-Señal-Maniobra) es fundamental para realizar cualquier maniobra con seguridad: primero observar el tráfico, luego señalizar con el intermitente (o el brazo, si es necesario) y finalmente ejecutarla solo si es seguro.

Multas por no poner los intermitentes

La falta de hábito en el uso de los intermitentes puede conllevar diversas sanciones, reguladas por las normativas de tráfico. No señalizar las maniobras llevan a una sanción de 200 euros, ya que el conductor no ha utilizado ningún tipo de señal óptica o manual para advertir un giro, incorporación, adelantamiento o parada. Señalizar incorrectamente o sin suficiente antelación lleva a una multa de 80 euros. Es tan dañino poner el intermitente de forma tardía como adelantarte. Si lo pones cuando ya has ejecutado el acto no tiene sentido y si te adelantas puedes confundir al resto de conductores. Circular con intermitentes defectuosos o no homologados es una infracción grave que pone en riesgo a los demás usuarios de la vía. Cualquier anomalía puede dar lugar a una sanción, y es responsabilidad del conductor revisarlas regularmente y repararlas en caso de avería.

Los momentos en los que debes poner los intermitentes es en adelantamientos, manteniendo las luces activadas durante toda la maniobra desde la salida hasta la reincorporación al carril original. En los cambios de dirección son imprescindibles, ya que puede ocasionar colisiones con otros vehículos. Las paradas y estacionamientos se deben avisar con suficiente antelación al detenerse, especialmente en doble fila o en arcenes, es esencial para evitar choques o maniobras bruscas por parte de otros conductores.

Los intermitentes en las rotondas son igual o incluso más importantes, teniendo en cuenta que es un momento de la conducción donde muchos vehículos se incorporan simultáneamente. Es muy relevante respetar el ceda el paso antes de entrar, ya que no sabes qué puede ocurrir en el otro lado de la glorieta. Si tu intención es seguir dentro de ella hasta realizar un cambio de sentido puedes utilizar el intermitente a la izquierda, este no es obligatorio, pero sí recomendable porque el resto podrán entender tus intenciones. Antes de llegar a la salida, recuerda poner el intermitente hacia la derecha para que todos los vehículos que estén dentro de la rotonda entiendan que vas a salir de ella.

Consejos para evitar multas

Para evitar sanciones comprueba el funcionamiento de tus intermitentes regularmente, si notas alguna anomalía acude a un taller. Conduce de manera segura señalizando siempre con suficiente antelación y adaptando el uso de los intermitentes a cada situación. El mal uso de los intermitentes no solo pone en peligro la seguridad de todos los usuarios de la vía, sino que también puede suponer multas de hasta 200 euros. Señalizar las maniobras correctamente es una obligación legal y una práctica esencial para una conducción responsable. Un gesto tan simple como accionar la palanca de los intermitentes puede evitar accidentes y sanciones innecesarias. La seguridad vial comienza con pequeñas acciones que marcan una gran diferencia.