El régimen de Irán advirtió este domingo que existe una oportunidad “limitada” para avanzar en las negociaciones sobre la reactivación del acuerdo nuclear con Occidente, y reconoció que podría afrontar una “situación crítica” si no se alcanza un nuevo pacto antes del vencimiento del actual, en octubre de 2025.
“No se han iniciado nuevas negociaciones. Si se inician tendrán una oportunidad limitada, porque en octubre de 2025 es la fecha en que vencerá la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, relacionado con el pacto”, aseveró el ministro de Exteriores del régimen persa, Abbas Araqchi, en una entrevista con la televisión estatal a última hora del sábado.
Araqchi explicó que si no se llega a un nuevo acuerdo, antes del 18 de octubre próximo, “nos enfrentaremos a una situación crítica y los países europeos podrían recurrir a la activación del mecanismo de disputa”, el cual reactivaría las sanciones internacionales, suspendidas desde 2015, contra Teherán.
Aun así, el máximo diplomático iraní dijo que es posible alcanzar un acuerdo y que la ventana de la diplomacia esta abierta, siempre que exista una voluntad real de la otra parte, ya que de lo contrario advirtió de que su país tomará otro camino.
“La oportunidad de negociaciones, la oportunidad de la diplomacia, todavía está ahí, pero es limitada”, comentó.
Araqchi sostuvo, además, que el acuerdo firmado en 2015 entre Irán y las seis grandes potencias mundiales (EEUU, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Alemania) “ya no tiene sus características anteriores y no puede revivirse en su forma actual”, pero que puede ser una referencia para un nuevo pacto.
El jefe de la diplomacia iraní indicó que para “unas negociaciones tan complejas, un año no será mucho tiempo”, especialmente por la situación en la región de Oriente Medio, la guerra en Ucrania y la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos, quien en su primer mandato (2017-2021) sacó en 2018 a su país del pacto nuclear y reimpuso sanciones unilaterales contra Teherán, lo cual ha disparado la inflación en Irán en torno al 40 %.
Un año más tarde, Irán comenzó a reducir sus compromisos con el acuerdo, llegando a enriquecer uranio al 60 %, un nivel cercano al 90% necesario para fabricar un arma atómica.
Con la victoria de Trump en las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre, Irán se podría enfrentar de nuevo a la llamada política de “máxima presión”.
Araqchi se refirió a las negociaciones nucleares dos días después de la visita a Teherán de Rafael Grossi.
El jefe del organismo de control de energía atómica de la ONU visitó el viernes dos instalaciones nucleares, en avance a un esperado impulso diplomático europeo sobre las actividades atómicas de la República Islámica antes del regreso de Trump a la Casa Blanca.
Durante la visita, el ministro de Asuntos Exteriores iraní dijo a Grossi que Teherán está dispuesto a resolver las disputas pendientes sobre su programa nuclear, pero que no sucumbirá a las presiones.
Grossi visitó la central nuclear de Natanz y el centro de enriquecimiento de Fordow, excavado en una montaña a unos 100 km al sur de la capital, Teherán, informaron los medios estatales, sin dar más detalles.
Las relaciones entre las partes se han agriado a causa de varias cuestiones de larga data, como la prohibición de Irán de la entrada en el país de los expertos en enriquecimiento de uranio del organismo y su incapacidad para explicar los restos de uranio hallados en emplazamientos no declarados.
Desde 2019, Irán ha enriquecido uranio muy por encima de los niveles permitidos, aunque Grossi aclaró que no ha desarrollado armas nucleares.
Durante su visita al país persa, Grossi se ha reunido con el presidente Masud Pezeshkian; el ministro de Exteriores, Abbas Araqchi; y el jefe de la Agencia de la Energía Atómica de Irán (AEAI), Mohamed Eslami.
(Con información de EFE)