Para los deportistas, mantener la resistencia y cuidar el cuerpo son pilares fundamentales para alcanzar sus metas. Aunque el entrenamiento riguroso, la hidratación y una dieta equilibrada son esenciales, muchos encuentran en los suplementos de colágeno y magnesio un aliado indispensable para mejorar su rendimiento y prevenir lesiones.

El colágeno es una proteína esencial que forma parte de los tejidos conectivos, como pueden ser los tendones, los ligamentos, los cartílagos y la piel. Su consumo es especialmente valioso para los deportistas, ya que:

  • Fortalece articulaciones y tendones: ayuda a reducir el riesgo de lesiones, especialmente en actividades de alto impacto como correr, saltar o levantar peso.
  • Favorece la recuperación: contribuye a reparar los tejidos dañados tras entrenamientos intensos.
  • Cuida la piel: es un beneficio adicional para aquellos deportistas que buscan contrarrestar el envejecimiento causado por la exposición al sol y el esfuerzo físico prolongado.

La cantidad de suplemento que ingiere una persona por día siempre debe ser controlada por un médico (imagen ilustrativa)

Por su parte, el magnesio es vital para el correcto funcionamiento del cuerpo, especialmente durante el ejercicio. Entre sus principales beneficios para los deportistas destacan:

  • Prevención de calambres: regula la función muscular y previene contracciones involuntarias que pueden interrumpir el entrenamiento.
  • Producción de energía: participa en la transformación de alimentos en energía, algo crucial para mantener un rendimiento sostenido.
  • Recuperación muscular: facilita la relajación y reparación de los músculos tras actividades extenuantes.

¿Cómo potencia la combinación de colágeno y magnesio los resultados deportivos?

Cuando estos dos nutrientes se combinan, el impacto positivo se multiplica. El colágeno mejora la salud de las articulaciones y los tendones, mientras que el magnesio asegura una función muscular óptima y acelera la recuperación. Juntos, ofrecen un soporte integral para el cuerpo, lo que promueve un rendimiento físico más eficiente y una mayor protección contra el desgaste.

Incorporar estos nutrientes es muy sencillo y existen múltiples opciones. El colágeno está disponible en polvo, cápsulas o líquidos, con una dosis recomendada de entre 10 a 20 gramos diarios. En cambio, el magnesio se encuentra en formas como citrato, óxido o glicinato, con una dosis típica de 200 a 400 miligramos al día.

Cómo ayuda el colágeno y el magnesio a los deportistas

Aunque su compra puede realizarse en lugares especializados, teniendo una atención detallada del producto que se quiere comprar, siempre es recomendable antes de sumar estos suplementos al cuerpo asistir a un médico clínico que constante que la persona está apta y que brinde las medidas exactas que necesita para su contextura física. Así se evitan posibles contraindicaciones.

Cuáles son los efectos secundarios que genera una dosis alta de colágeno y magnesio

Como todo en exceso, el consumo desmedido de colágeno y magnesio puede hacer muy mal al organismo. Entre los efectos secundarios leves que pueden aparecer se encuentran los problemas gastrointestinales, como los son la diarrea, estreñimiento, hinchazón, acidez estomacal o mal sabor de boca.

También se pueden sentir náuseas, pesadez, pérdida de apetito, dolor de cabeza, dificultad para respirar y alteraciones en la respuesta inmunológica. Y en casos extremos, algunas personas llegan a sentir ritmos cardíacos irregulares que pueden terminar en un paro cardíaco. Es por esto que siempre su ingesta debe ser aprobada por un profesional de la salud.

Los suplementos de colágeno y magnesio pueden potenciar los resultados deportivos, siempre y cuando sean consumidos a conciencia (imagen ilustrativa)

Cuáles son los errores más comunes que se cometen al tomar suplementos de colágeno y magnesio

Por lo general, las personas que consumen por primera vez suplementos de colágeno y magnesio se encuentran muy desinformados y deciden llevar adelante esta práctica luego de verlo en Internet o hablarlo con amigos. Por lo que los errores se repiten una y otra vez en la misma dirección. Entre ellos se encuentran:

  • Dosis incorrecta.
  • Forma inadecuada.
  • Combinación con otros medicamentos.
  • Consumidos en ayunas.
  • No considerar una dieta que acompañe el tratamiento.
  • Sin visita previa a un profesional de la salud.