Tropas rusas combaten contra las ucranianas en la región de Kursk (Rusia), en una imagen de archivo (EFE)

El Gobierno de Ucrania afirmó este jueves que la situación en la provincia de Kursk, en Rusia, muestra signos de estabilización, luego del último ataque lanzado por las Fuerzas Armadas rusas.

En los enfrentamientos no habrían tomado parte las tropas norcoreanas, desplegadas como parte de un acuerdo de seguridad entre Moscú y Pyongyang, según explicó Andri Kovalenko, jefe del centro de lucha contra la desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano.

Kovalenko indicó a través de Telegram que “hasta ahora, la situación en Kurshchyna se ha estabilizado”, aunque advirtió que “el Ejército ruso aún conserva la capacidad para nuevos intentos de asalto”. Respecto al desenlace de los combates recientes, celebró que “los rusos han perdido equipos y personal” durante la batalla.

En cuanto a la presencia de los soldados norcoreanos, Kovalenko aclaró que, aunque no participaron en el reciente asalto, “se mantienen en posición”.

El martes, Estados Unidos denunció que más de 10.000 soldados norcoreanos están participando en operaciones de combate junto a las fuerzas rusas en la frontera con Ucrania.

Un soldado ruso apunta desde un búnker en la región fronteriza rusa de Kursk (Oficina de prensa del Ministerio de Defensa de Rusia vía AP)

La información fue confirmada por el Departamento de Estado estadounidense, que calificó el despliegue como una intensificación de la colaboración militar entre Rusia y Corea del Norte en el conflicto.

Según el portavoz Vedant Patel, “la mayoría de ellos se han trasladado al extremo occidental del óblast de Kursk, donde han comenzado a participar en operaciones de combate con las fuerzas rusas”.

La alianza entre estos países, ambos aislados por sanciones internacionales, busca reforzar la ofensiva rusa en Ucrania mediante el apoyo logístico y de personal militar proveniente de Corea del Norte.

Estados Unidos ha expresado su preocupación ante esta colaboración, advirtiendo de las consecuencias que el involucramiento norcoreano podría tener para la seguridad regional y mundial.

La cifra de tropas enviadas por el dictador Kim Jong-un a la región asciende a unos 50.000 soldados, entre rusos y norcoreanos, según un alto funcionario del Gobierno de Ucrania citado por la agencia japonesa Kyodo.

La fuente informó de “intensos combates” en el frente, confirmando que ya se produjeron bajas entre los soldados norcoreanos, en una situación que refuerza las recientes declaraciones de Washington sobre la participación norcoreana en apoyo a la invasión de Ucrania perpetrada por Rusia.

Este movimiento sigue a la ratificación, por parte de Corea del Norte, de un tratado de asociación estratégica con Rusia que incluye una cláusula de defensa mutua, reportado por medios estatales norcoreanos. Dicho acuerdo facilitó la movilización de tropas norcoreanas a favor de Moscú.

De acuerdo con Kiev y algunos de sus aliados, Corea del Norte ya habría enviado hasta 11.000 soldados a territorio ruso. Por su parte, el Kremlin, que no confirmó ni desmintió la presencia de tropas de Pyongyang, mantiene que el tratado con el régimen norcoreano es de “naturaleza defensiva y no está dirigido contra la seguridad de terceros países”.

En paralelo, el presidente ruso, Vladimir Putin, mencionó en un informe reciente de la agencia TASS la posibilidad de que ambos países realicen ejercicios militares conjuntos, lo que representaría un avance en la colaboración militar entre Moscú y Pyongyang en medio del conflicto ucraniano.