Paola Rey, Dominica Duque y Nicolás de Zubiría en el reciente reto - crédito Canal RCN

En el competitivo entorno de Masterchef Celebrity Colombia, las celebridades no solo enfrentan el desafío de la cocina, sino que también deben utilizar estrategias para ganarse el favor del jurado y de sus comensales.

Aunque para el chef y jurado Nicolás de Zubiría, hay límites en las tácticas de juego que considera válidas y el chef cartagenero no dudó en expresarlo en un reciente episodio.

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Durante un reto de campo que tuvo lugar en la base militar de Tolemaida, los equipos debían servir a un contingente de cien militares.

La exigencia era máxima: bajo un sol abrasador y temperaturas que superaban los 38 grados centígrados, las celebridades trabajaron intensamente para cocinar y servir sus platos en un estilo buffet, con el objetivo de asegurar su lugar entre los ocho finalistas del programa.

Cada equipo adoptó una estrategia particular en su intento por agradar a los comensales militares. El equipo azul, liderado por Dominica Duque, y el equipo morado, encabezado por Caterine Ibargüen, recurrieron a recursos personales que iban más allá del sabor de los alimentos.

El actual reto de

Dominica, conocida por su belleza, no dudó en emplear su carisma para captar la atención de los soldados, mientras que Caterine, reconocida mundialmente como medallista olímpica, usó su simpatía y su historia de éxito para acercarse a los comensales.

Para Ibargüen, su objetivo era claro: hacer que los militares se sintieran en casa a través de una experiencia culinaria cálida y cercana.

Al observar estas tácticas, Nicolás de Zubiría no ocultó su desacuerdo. Durante una entrevista en el programa, fue enfático al expresar que no le gustaba el enfoque que algunos de sus compañeros estaban tomando.

Para él, el respeto a la competencia radica en que el plato hable por sí mismo y que el sabor y la presentación de la comida sean los únicos elementos a tomar en cuenta para ser juzgados.

Los participantes buscan entrar al Top 8 de la competencia - crédito Canal RCN

“Yo, en lo personal, no soy de ese juego. A mí me gusta que el plato de comida sea el que hable y no me gusta estar utilizando otros estímulos más allá de la comida para ganarse los puntos”, afirmó el chef en un momento de sinceridad que generó polémica entre los espectadores y los mismos participantes.

Para Zubiría, su visión de la cocina y de la competencia es clara y se basa en la autenticidad y el respeto al arte culinario. Esta postura ha sido una constante a lo largo de su carrera, y en MasterChef Celebrity no iba a ser la excepción. Al juzgar el trabajo de sus compañeros, el chef mostró un desacuerdo ético, subrayando que, aunque otros factores pueden influir en la percepción de un plato, estos no deberían ser la base para obtener una victoria en el contexto de un programa culinario.

El comentario de Zubiría generó opiniones divididas entre la audiencia, donde algunos apoyaron su enfoque purista y otros defendieron la creatividad de las celebridades para emplear todas las herramientas posibles - (captura MasterChef)

Aunque esta postura no fue compartida por todos en el equipo de Zubiría. Dominica Duque y Paola Rey, sus compañeras de equipo, no parecían tener objeciones ante las tácticas empleadas, y su enfoque se mantuvo más flexible, tal vez reconociendo que en una competencia mediática como MasterChef Celebrity no solo se valora la habilidad culinaria, sino también la capacidad de los concursantes para conectar con el público y aprovechar sus talentos individuales.

El comentario de Zubiría generó opiniones divididas entre la audiencia, donde algunos apoyaron su enfoque purista y otros defendieron la creatividad de las celebridades para emplear todas las herramientas posibles.

En un programa donde el entretenimiento y la competencia se entrelazan, las reglas del juego a menudo se diluyen, y las estrategias de los concursantes pueden extenderse más allá de los límites de la cocina.