Esta mañana, Elba Marcovecchio volvió a hablar del estado de salud de Jorge Lanata y se mostró esperanzada con la posibilidad de un pronto traslado del periodista a un centro de rehabilitación. El conductor de PPT se encuentra internado desde hace cinco meses y los profesionales del Hospital Italiano a cargo de su salud evalúan los pasos a seguir.

“¿Se acerca el momento del traslado?”, fue la pregunta que más sonó esta mañana cuando los cronistas apostados en la puerta del Hospital Italiano interceptaron a Marcovecchio, esposa de Lanata, en su ingreso al lugar. Con un semblante más relajado que las últimas semanas, la letrada se mostró optimista, según mostraron en el programa A la Barbarossa. “Sí”, respondió en primera instancia. “Estamos esperando hoy a ver qué se define”, agregó.

Cuando Alejandro Guatti, movilero de Intrusos en el Espectáculo, le preguntó sobre una versión que circuló y que indica que Lanata será trasladado mañana, la abogada mostró cautela. “No. Podría ser como no. Lo tenemos que coordinar ahora”, aclaró. Consultada por las opciones -se habló del Centro de Rehabilitación Neurológica Fleni y del Centro de Neurorehabilitación Santa Catalina, donde ya estuvo este último tiempo- Elba confirmó la información. “Esas son las opciones y es lo que vamos a evaluar hoy”, ratificó.

Por último, Marcovecchio contó que Lanata “está bien” y sigue evolucionando favorablemente. “A mí se me nota todo en la cara. Yo estoy muy esperanzada, muy optimista y la verdad es que estamos esperando este traslado para empezar la nueva etapa”, confesó, y entró rápidamente al Hospital para volver a encontrarse con su esposo.

El futuro de Lanata

Jorge Lanata está internado desde mediados de junio

El conductor de Lanata sin filtro y PPT se encuentra internado desde el 14 de junio, cuando llegó al Hospital Italiano con el objetivo de someterse a un estudio de rutina. En medio del procedimiento, sufrió una complicación y fue trasladado a la terapia intensiva, donde estuvo los siguientes tres meses, hasta que fue trasladado al centro de rehabilitación Santa Catalina, en el barrio porteño de San Cristóbal.

Lanata volvió al Hospital Italiano pocos días después, en septiembre, cuando sufrió una neumonía y un cuadro febril, siempre con recuperaciones paulatinas. Sin embargo, pocos días después su cuadro empeoró drásticamente y debió ingresar cuatro veces al quirófano como consecuencia de una isquemia intestinal: le sacaron 70 centímetros del órgano y recién el miércoles 16 de octubre los profesionales del centro médico pudieron volver a unir su intestino.

La palabra de Bárbara Lanata

Durante los últimos días, las noticias sobre la salud el periodista son alentadoras para su familia. “Está mejor, está hablando. Obviamente que está medio perdido y confundido por momentos, pero está bien”, confirmo su hija mayor a LA NACIÓN el lunes pasado. “Lo sientan un rato todas las mañanas. Esta semana van a empezar a evaluar el traslado”, sumó la productora radial, dando cuenta de que el conductor de Lanata sin filtro se encuentra estabilizado y en condiciones de dar un paso más en su camino hacia la rehabilitación.

Bárbara Lanata habló de la salud de su papá

Bárbara explicó que se barajaban tres opciones para el traslado de su padre: que regrese a la clínica Santa Catalina, o que sea derivado a CIAREC o a Fleni, otras dos instituciones dedicadas a neurorehabilitación de pacientes. “Lo que se hace es citar a las tres para que lo evalúen y vean si lo pueden atender. Y luego decidiremos entre las que digan que pueden llevar adelante el tratamiento”, indicó. A partir de una presentación judicial, tanto Bárbara como su hermana Lola tienen la potestad de tomar decisiones acerca de la salud del periodista, algo que en un comienzo solo estaba en manos de Marcovecchio.

Sin partes médicos oficiales desde mediados de octubre, las novedades acerca de la salud de Lanata han sido difundidas por su círculo cercano. Así, tras las cuatro intervenciones quirúrgicas a las que fue sometido para tratar una isquemia intestinal, se supo que en los últimos días le pudieron retirar una de las vías con que se alimentaba y ahora, únicamente lo hace por vía nasogástrica. Además, el periodista pasa más tiempo despierto durante el día y en contacto con su entorno. Recibe más visitas, que le hablan, y él reacciona a esa interacción; también se le colocó una válvula fonatoria que le permitió comenzar a vocalizar.