Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, ha comparecido este miércoles en la Asamblea de Madrid como principal protagonista de la comisión de investigación impulsada por el PP de Isabel Díaz Ayuso para investigar el supuesto trato de favor que recibió de la universidad Complutense. Como era de esperar, Gómez se ha acogido su derecho a no declarar, “por consejo de mi abogado”, y se ha limitado a decir que espera que “la verdad ponga las cosas en su sitio”.
Pero antes de guardar silencio, Begoña Gómez ha querido hacer una pequeña introducción para defender su trayectoria profesional: “Desde hace 25 años trabajo en consultoría y docencia, he coordinado equipos, dirigido proyectos, asesorado a más de medio centenar de profesionales en el sector privado y el tercer sector. Hace 12 años que inicié una colaboración con la Complutense, como codirectora de un máster de títulos propios para formar a profesionales especializados en proyectos sociales y de sostenibilidad. Es en el 2020 cuando esta colaboración se amplía con la creación de una cátedra extraordinaria, que es una práctica habitual dentro de las universidades públicas y no remunerada”.
Por último, la mujer de Pedro Sánchez señaló que “todo esto tiene un objetivo político evidente: solo tienen que fijarse en la lista de denunciantes. Más pronto que tarde la verdad pondrá las cosas en su sitio”, sentenció. El resto de la comparecencia fue un ‘show’, el que buscaban PP y Vox. Gómez llegó al Parlamento madrileño entre enormes medidas de seguridad, por el garaje y directamente cogiendo un ascensor que la llevó a la sala de comparecientes mientras decenas de periodistas la esperaban. Iba escoltada por su abogado, el exministro Antonio Camacho, algunos diputados socialistas y el líder del PSOE de Madrid, Juan Lobato.
En la entrada de la Asamblea madrileña, la organización ultracatólica ‘HazteOir’, que ejerce la acusación popular contra ella, ha ubicado tres furgonetas y un autobús con diversas imágenes de Begoña Gómez. Una vez dentro de la sala, en los instantes previos a la comparecencia, se produjo el primer encontronazo entre un diputado del PSOE y la presidenta de la comisión: “Esto no estaba previsto”, denunció el socialista cuando los fotógrafos acreditados pudieron acceder a la sala para hacer fotos de Gómez ya sentada esperando que comenzara su comparecencia.
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