La residencia oficial del vicepresidente de los Estados Unidos, un histórico hogar situado en los terrenos del Observatorio Naval en Washington, DC, será la próxima morada de James David (JD) Vance y su familia.

Con más de un siglo de historia y una serie de modificaciones aportadas por sus anteriores habitantes, este hogar ofrece tanto una rica arquitectura como una atmósfera marcada por anécdotas curiosas, como la famosa historia de un presunto fantasma. Ahora, el vicepresidente electo Vance sería el siguiente en disfrutar de este imponente espacio, lleno de historias y comodidades exclusivas.

La residencia oficial del vicepresidente, ubicada en el Observatorio Naval de Estados Unidos, fue construida en 1893.

JD Vance vivirá en una residencia llena de personalidad y misterio

Ubicada en el Observatorio Naval, la residencia oficial del vicepresidente, conocida como Number One Observatory Circle, fue construida en 1893 para albergar al superintendente del observatorio.

Sin embargo, en 1974, el Congreso destinó fondos para convertirla en la residencia del vicepresidente, siendo Walter Mondale el primero en mudarse de forma permanente en 1977, bajo la administración de Jimmy Carter.

La casa cuenta con 33 habitaciones distribuidas en unos 850 metros cuadrados, donde se incluyen seis dormitorios, una sala de estudio y un ático. Su diseño fue adaptado y personalizado por cada vicepresidente que vivió allí.

Pintoresco y espacioso: la residencia ofrece una vista única desde la terraza y cuenta con un amplio jardín privado, ideal para reuniones familiares y eventos.

Según informó Business Insider, una característica intrigante de esta residencia es el relato de Eleanor Mondale, hija del entonces vicepresidente, quien afirmó haber visto un fantasma en su dormitorio, lo cual motivó una llamada al Servicio Secreto. Años más tarde, en 1998, en una edición de la revista Swing, la mujer admitió que cuando los agentes llegaron a su dormitorio y ellas les explicó lo que sucedido, no fueron del todo empáticos y le pidieron que nunca más vuelva a comunicarse con ellos por algo así.

Además de su carácter histórico, la casa se encuentra dentro de un área estratégica para el Departamento de Defensa, ya que el Observatorio Naval recolecta datos astronómicos para la navegación.

El espacio es conocido por su atmósfera relajada y su privacidad en comparación con la Casa Blanca, y diversos vicepresidentes aprovecharon esta flexibilidad para instalar mejoras en los terrenos, como un circuito para correr y una piscina, mientras otros, como Karen Pence, instalaron una colmena para contribuir a la concientización sobre la importancia de los polinizadores.

Desde 1974, esta histórica propiedad ha recibido varias renovaciones para satisfacer las necesidades y gustos de los vicepresidentes de Estados Unidos

Características y comodidades exclusivas de la residencia del vicepresidente

La residencia oficial del vicepresidente no solo se destaca por su historia, sino también por las comodidades que sus ocupantes incorporaron a lo largo de los años. La propiedad incluye:

  • Un circuito para correr de aproximadamente 400 metros, instalado por George H.W. Bush, quien lo disfrutó incluso después de asumir la presidencia.
  • Una pileta, añadida por Dan Quayle, que fue valorada por varios vicepresidentes que lo sucedieron, entre ellos Joe Biden, quien en 2010 agradeció por esta adición.
  • Una placa conmemorativa que Joe Biden dedicó a su esposa, Jill, con la inscripción: “Joe loves Jill. Valentine’s Day 2010″.
  • Un jardín de herencia familiar, que Jill Biden inauguró, donde se colocaron piedras que conmemoran a las familias de los anteriores residentes y que además incluye a las mascotas.
  • Un columpio que Joe Biden instaló como una sorpresa para Jill en el Día de San Valentín de 2010.

JD Vance y su familia podrán personalizar algunos espacios de la residencia, siguiendo una práctica permitida a los vicepresidentes desde 1977

La flexibilidad en el diseño de interiores es otra característica que distingue a esta residencia. Desde los Cheney, quienes la decoraron en tonos neutros, hasta los Harris-Emhoff, quienes agregaron una mezuzá, cada pareja vicepresidencial dejó su sello en el hogar.

Las modificaciones y mantenimientos en la casa son financiados a través de la Fundación de la Residencia del vicepresidente, que fue creada en 1991 para recibir donaciones destinadas a este propósito.

Privacidad y libertad de movimiento para la vida familiar

Una de las ventajas que destacaron los vicepresidentes sobre esta residencia es la privacidad y libertad de movimiento en comparación con la Casa Blanca.

En una entrevista con CNN, Joe Biden comparó su estancia en la Casa Blanca con la “jaula dorada” y describió la residencia vicepresidencial como un lugar ideal para un estilo de vida más relajado. La propiedad, de aproximadamente 32 hectáreas, permite actividades familiares y privadas, como nadar o pasear en bicicleta, sin restricciones externas.

Número Uno en el Observatorio: la residencia oficial del vicepresidente de Estados Unidos cuenta con 33 habitaciones, incluyendo una sala de estudios y un salón de jardín.

Además de sus atractivos y comodidades, la residencia podría tener una estructura subterránea secreta. En 2002, durante una serie de trabajos en el sitio, surgieron rumores sobre la construcción de un búnker, aunque el Departamento de Marina aclaró que solo se trataba de “mejoras de infraestructura y servicios”.

Sin embargo, en 2009, Biden comentó durante una cena en el Club Gridiron que la casa tenía una especie de “espacio de trabajo” frecuentado por el exvicepresidente Dick Cheney, lo que contribuyó a los rumores sobre la existencia de instalaciones ocultas.

El próximo vicepresidente, JD Vance, asumiría esta residencia con su familia y, a sus 40 años, se convertirá en uno de los vicepresidentes más jóvenes en la historia de Estados Unidos y el primero de la generación millennial en ocupar este cargo. Con tres hijos pequeños, esta residencia ofrecerá un entorno familiar y un espacio seguro y privado para su nueva etapa en el gobierno.