En el entorno de Franco Colapinto están convencidos de que continuará en la Fórmula 1. Se basan en las conversaciones que Williams tuvo con otras escuderías en las últimas semanas. Así, el piloto argentino sería el último confirmado en la parrilla de 2025 y se sentaría en el segundo auto de Racing Bulls, el equipo B de Red Bull, acompañaría al japonés Yuki Tsunoda y manejaría el auto que hasta el final de este año conduce el neozelandés Liam Lawson. Este último seguiría bajo el paraguas de la empresa austríaca de bebidas energizantes y reemplazaría al mexicano Sergio “Checo” Pérez. El piloto azteca, muy criticado por sus últimas actuaciones, posee un año más de contrato con Red Bull, pero sería rescindido para permitir la llegada de Lawson, al que siguen desde hace un año y medio y ya conocen. En este escenario, Williams mantendría a los dos pilotos que tiene confirmados: el inglés Alexander Albon y el español Carlos Sainz.
La manager de Colapinto, María Catarineu, dijo en el programa Campeones que “en una escala de 1 a 10, la posibilidad de correr de Colapinto en Fórmula 1 el año que viene era 20″. Lo dijo dos veces. Estaba muy segura. También reconoció que en ese momento no había nada firmado al respecto. Eso de “firmado al respecto” tiene que ver con todas las permutaciones, movimientos de butacas y de pilotos que deberían producirse para que el argentino tuviese un asiento. Y estas permutaciones justamente han dado pie a muchos rumores que han continuado esta semana.
Se sabía entre lunes y martes que Flavio Briatore (italiano, asesor deportivo del equipo Alpine) se había mostrado interesado, hecho una consulta, una consulta nada más, sobre la situación de Colapinto porque lo estaba considerando para el equipo en el lugar de Jack Doohan, piloto con el que ya han firmado. Tras lo sucedido en Brasil, con los dos accidentes del piloto argentino bajo la lluvia, la pista Briatore-Alpine se ha enfriado. Según fuentes al tanto, en el equipo “se quedaron perplejos” tras las dos salidas de pista del joven argentino.
También siguió el rumor de que Sainz podía ir a Red Bull (en lugar de Pérez). Pero Christian Horner, el director del equipo, dejó en claro que Sainz no está en sus planes. Incluso se lo dijo en persona a James Vowles, su colega de Williams, en el hospitality de la escudería inglesa en San Pablo. Vowles estaba irritado porque supuestmente Red Bull le quería quitar a Sainz, que está firmado con el equipo de Grove hasta 2026. Aquella famosa reunión se interpretó como una negociación por Colapinto, pero también pudieron hablar de Sainz. En realidad, lo que hubo fue una consulta del propio piloto español para ver si podía ir a Red Bull porque tiene su cláusula de salida de Williams. Y obviamente prefiere ir a Red Bull antes que quedarse en Williams porque para él Williams fue una opción para protegerse y seguir en la Fórmula 1 después de todo el tema con Ferrari y después de no llegar a un acuerdo con Sauber, que será Audi a partir del año 26.
De acuerdo con fuentes al tanto de los equipos, todo indica que Lawson va a subir a Red Bull en reemplazo de Pérez. Eso liberará la plaza de Racing Bulls, que será para Colapinto. Lo de Lawson a Red Bull es lógico: lo siguen hace meses, saben cómo se comporta el simulador, los tiempos, su forma de reaccionar y aparte tiene una agresividad que es de muy del agrado del doctor Helmut Marko (asesor deportivo de Red Bull). La seguridad de Catarineu, la manager de Colapinto, podría estar relacionado con el pase de Lawson a Red Bull y el arribo del argentino a Racing Bulls. Algo está claro: no habrá anuncios por el momento hasta que se defina la situación de “Checo” Pérez con Red Bull.
Willams, al límite para Las Vegas
Entre el Gran Premio de México y el de San Pablo, Williams acumuló cinco accidentes en sus monoplazas que pusieron en riesgo la evolución del vehículo para lo que será el GP en Las Vegas: “No hay ningún equipo en la parrilla que pueda hacer frente a cinco accidentes graves en dos fines de semana de carreras. Simplemente el número de recambios que llevamos no es suficiente para soportar esa cantidad de desgaste”, reconoció Vowles en diálogo con Motorsport.
Los dos fines de semana fueron especialmente complicados para Alex Albon, que destrozó su auto en la FP1 de México y luego volvió a protagonizar otro duro accidente en la largada de esa competencia, lo que lo dejó fuera de carrera principal. Y volvió a quedar expuesto en Brasil cuando venía peleando por la pole position en la Q3 y perdió el control bajo la lluvia: los mecánicos no llegaron a reparar el coche para la carrera principal. Mientras que Franco Colapinto sumó otros dos choques. El primero, durante el arranque de la qualy de Brasil, que de todos modos no le impidió correr horas más tarde en la prueba principal. Sin embargo, lo peor llegó en el giro 32, cuando perdió el control del FW46, se pegó contra un paredón y eso derivó en el ingreso del safety car.
“El fin de semana de Brasil fue probablemente el más brutal que recuerdo en toda mi carrera. En el espacio de siete días, poco más, tuvimos cinco accidentes graves. Sólo en Brasil, entre la calificación y la tercera carrera. Esa es una cantidad que casi nadie puede sostener en la parrilla”, explicó Vowles.
Según el medio especializado Motorsport la serie de incidentes ha agotado las piezas de repuesto de Williams y el director del equipo, James Vowles, admitió que ahora se enfrenta a una carrera contra el tiempo para determinar qué se puede hacer para poner a ambos monoplazas en la mejor forma posible para la carrera en Las Vegas. “El equipo no solo tendrá que asegurarse de tener suficientes repuestos para pasar el fin de semana, sino también de correr con su auto en la mejor configuración posible de actualizaciones”, explicó el periodista Jonathan Noble.