Muchos son los motivos por los cuales una persona decide adoptar una mascota, ya sea un gato, un perro, entre otros. Sin embargo, no son solo sus encantos los que llevan a tomar esta decisión: en más de una investigación se probó que tienen beneficios para la salud física y mental de su dueño. Pero, ¿qué sucede cuando la mascota tiene características particulares, como por ejemplo, el pelaje? En el caso de los gatos blancos tienen algunas características que pocas personas conocen.
Las mascotas llegan a nuestras vidas para cambiarlas, ya que con su compañía y amor se transforman en un miembro más de la familia. Lo único que se debe tener en cuenta es el cuidado y tiempo que conllevan. Luego, los animales como los gatos se transformarán en compañeros leales capaces de reducir la sensación de soledad y el estrés, por lo que generará un impacto positivo en la salud mental. En este contexto, los gatos blancos poseen ciertas características que puede llevar a distintas personas a querer adoptarlos.
Según el sitio especializado Rover, el gato blanco es considerado como una criatura de buena suerte. “En Rusia, algunas personas creen que tener un gato blanco en casa atrae la riqueza y la prosperidad”, afirmó Hannah Hart, doctora en medicina veterinaria y asesora veterinaria. Se los asocia con valores positivos como la pureza, limpieza, inocencia, elegancia y buena suerte. Distintas culturas la asocian con buena suerte en el ámbito laboral y de negocios.
Además, poseen características de tímidos y tranquilos. Esto los puede llevar a tomar distancia con las personas. Sin embargo, una vez que entran en confianza, se vuelven animales muy leales. ¿Por qué se asocia su color con manera de ser? Porque el pelaje del gato evoca una personalidad determinada, por ejemplo, los calicos son considerados traviesos. No obstante, no hay evidencia científica de que el color de pelaje influya en su personalidad. “En el Reino Unido, algunos creen que los gatos blancos guardan rencor durante más tiempo que los gatos de otros colores”, aseguró la doctora Hart.
Cabe aclarar que los gatos blancos no son albinos. “Los gatos blancos pueden tener los ojos de color oscuro o manchas oscuras en las patas o la nariz. Tienen algo de melanina y pigmentación, solo que menos que los gatos con pelaje de color más oscuro”, explicó. En cuanto los gatos albinos tienen los ojos rojizos o azul pálido, la piel rosa pálido y el pelaje blanco.
A pesar de estas características, el gato debe ser cuidado con las mismas condiciones que cualquier otro gato. Es importante saber que una vez que se toma la decisión de adoptar uno, el felino requerirá atención médica para que goce de bienestar, alimento y, sobre todo, tiempo y atención, los cuales son fundamentales para que sean felices y la relación se transforme en un vínculo sano. Ante cualquier duda, lo más recomendable es consultar al veterinario de cabecera, el cual tendrá una respuesta para cualquier eventualidad que el dueño tenga con el animal.