El cuidado de la memoria es un asunto de vital importancia a lo largo de la vida, sobre todo a medida que las personas comienzan a entrar en el segmento de la tercera edad. Por lo tanto, se recomienda tener hábitos saludables que ayuden a potenciar la concentración y así evitar el deterioro cognitivo.

Con el paso del tiempo, el cuerpo humano experimenta un desgaste natural y el cerebro -un órgano importante para la preservación de la memoria- empieza a acusar recibo, dado que también se ven afectadas sus funciones. Es por esto que los especialistas recomiendan adoptar ciertos hábitos saludables como alimentarse de manera adecuada y hacer ejercicio de manera diaria para evitar el desgaste mental que genera la rutina diaria.

Ejercitar la memoria nos dará vitalidad para encarar los días

En un proceso que se da de manera lenta, pero continua, las personas deben actuar de inmediato para frenar este deterioro que no solo le traerá problemas a diario, sino a futuro, condicionando así los procesos mentales del cuerpo y afectando directamente a la memoria.

Al existir diversos estudios del caso, los especialistas establecieron patrones en común para aconsejar a las personas e idearon una serie de hábitos que son de vital importancia. Aunque varios de ellos parecerán comunes y cotidianos, la importancia será cumplir a rajatabla cada uno de los ítems para mantener saludable la mente y no padecer la falta de memoria a corto y largo plazo.

De esta forma, los expertos en neurociencia idearon un listado de cinco consejos para que el cerebro funcione correctamente y la memoria cumpla con su función de codificar, almacenar y recuperar información del pasado.

Cuáles son los cinco hábitos que sirven para preservar la memoria

1. Dormir bien

La calidad del sueño influye directamente en la memoria. Dormir profundo y sin interrupciones hará que nuestro cuerpo pueda funcionar de manera correcta y, en consecuencia, la memoria también. Lo aconsejable es descansar 7-8 por día para que el organismo pueda estar lúcido durante el día.

2. Mantenerse físicamente

El ejercicio no solo nos dará bienestar, sino que también fortalecerá los circuitos mentales para la memoria. Dentro de la actividad física puede estar una larga caminata, andar en bicicleta, actividades aeróbicas, entre otras. Al construir este hábito, el cerebro estará activo constantemente y se evitará el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez.

3. Entrenar la mente

Como los músculos necesitan ejercitarse para crecer, la mente también requiere un entrenamiento para estar activa. Para ello existen diferentes actividades como resolver un crucigrama, leer, aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical, conocer un nuevo camino para llegar a destino, entre otras. Todo esto refuerza las habilidades cognitivas y la retención de información.

4. Llevar una dieta equilibrada

La alimentación es un factor preponderante para preservar la memoria. Al consumir alimentos ricos en omega-3 y antioxidantes, el cerebro empezará a funcionar de otra forma y se evitará que se atrofie a largo plazo.

5. Practicar la meditación

El estrés y la ansiedad también son factores preponderantes. Es por eso que la práctica de la meditación forma parte de los ejercicios saludables más recomendados para evitar que la memoria se desgaste y pierda su función principal.