El huracán Rafael, que azotó a Cuba en las últimas horas como una poderosa tormenta de categoría 3, comenzó ahora a debilitarse al adentrarse en el Golfo de México. Este ciclón se desplaza hacia el noroeste en dirección a aguas abiertas, lo que genera incertidumbre sobre su trayecto y los posibles efectos en la región.
Las autoridades monitorean de cerca su movimiento y evolución, en gran parte debido a su impacto potencial en el sur de Estados Unidos y en el Golfo de México, donde comunidades costeras permanecen alerta.
Trayectoria del huracán Rafael
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) informó que Rafael, ubicado a 290 km al oeste de La Habana y a 315 km de Key West, Florida, se mueve hacia el noroeste a 15 km/h con vientos sostenidos de 165 km/h.
En las próximas horas, se espera que gire hacia el oeste a medida que disminuya su velocidad de avance, manteniéndose sobre las aguas cálidas del Golfo de México hasta el fin de semana. De acuerdo con el pronóstico del NHC, el huracán podría debilitarse gradualmente durante los próximos días debido a la cizalladura del viento en niveles superiores, aunque persisten riesgos de fuertes marejadas y lluvias torrenciales en varias zonas.
Este lento desplazamiento de Rafael sobre el centro y sur del Golfo de México hace que la proyección de su ruta sea incierta, lo que llevó a las autoridades a advertir a las poblaciones costeras en el sur y suroeste del golfo que sigan de cerca las actualizaciones meteorológicas.
En áreas como el oeste de Cuba, ya se registraron acumulaciones de hasta 30 cm de lluvia, lo cual provocó inundaciones y deslaves, particularmente en zonas montañosas. La tendencia de Rafael a serpentear en el Golfo mantiene latente el riesgo de que el sistema toque tierra en algún punto de la costa, aunque aún no se emitió ninguna alerta formal para el territorio estadounidense.
Riesgos del huracán Rafael en el Golfo de México: oleaje y corrientes peligrosas
A medida que Rafael se desplaza por el Golfo de México, las marejadas generadas por sus vientos podrían afectar ampliamente las costas en los próximos días. Estas olas, de considerable tamaño y fuerza, pueden causar peligrosas corrientes marinas, por lo que las oficinas meteorológicas locales recomendaron precaución para quienes habitan en zonas costeras.
Asimismo, las autoridades recordaron que el oleaje puede intensificarse a medida que el sistema sigue avanzando en el golfo y afectar áreas como el sur de Texas, el oeste de Florida y otras zonas cercanas.
Además de las marejadas, el huracán también representa una amenaza de lluvias intensas en áreas con alta vulnerabilidad a inundaciones. Según el NHC, en el oeste de Cuba, donde las lluvias superaron los 30 cm en algunos puntos, los deslaves y las crecidas repentinas afectaron a varias comunidades. En tanto, se espera que las precipitaciones disminuyan en el transcurso de las próximas horas.
Aunque en Florida y otras áreas del golfo aún no se experimentaron efectos directos de Rafael, los meteorólogos prevén que las precipitaciones pueden aumentar si el sistema mantiene su actual desplazamiento, especialmente si se dirige hacia el suroeste.
Perspectiva futura: pronóstico de debilitamiento para el huracán Rafael
El pronóstico meteorológico del NHC estima que Rafael continuará debilitándose en los próximos días. La cizalladura del viento del suroeste y el aire seco en la región limitan las condiciones de intensificación del huracán.
Para la mañana del sábado, se prevé que Rafael baje a categoría 1 y se mantenga sobre aguas abiertas, con vientos de alrededor de 120 km/h. Sin embargo, los expertos advierten que si el huracán toma una trayectoria hacia el sur, podría encontrarse con condiciones más favorables para su desarrollo, como menor cizalladura del viento y mayores niveles de humedad. Esta posibilidad le permitiría mantener mayor fuerza en el sur del golfo, aunque el escenario predominante sugiere que el ciclón continuará debilitándose.