El círculo monumental, de más de 2 kilómetros de diámetro, rodea Durrington Walls y Woodhenge, superando en escala a otros sitios neolíticos (Will Dunham/Handout via REUTERS)

Un círculo monumental de fosas descubierto cerca de Stonehenge, en el condado de Wiltshire, fue confirmado como obra humana del Neolítico tras una investigación internacional liderada por la Universidad de Bradford. Este hallazgo, verificado con técnicas científicas de última generación, redefine la comprensión sobre la ingeniería, organización y creencias rituales de las primeras comunidades británicas.

La estructura más extensa del Neolítico en el Reino Unido

El círculo, identificado por primera vez en 2020, rodea los recintos de Durrington Walls y Woodhenge, a pocos kilómetros de Stonehenge. Según la Universidad de Bradford, se trata de la estructura prehistórica más grande conocida en el Reino Unido: el anillo supera los 2 kilómetros de diámetro, abarca cerca de 3 kilómetros cuadrados y cada fosa posee hasta 10 metros de ancho y casi 7 metros de profundidad.

La magnitud de la excavación en terreno calcáreo revela un nivel de planificación y trabajo colectivo sin precedentes entre las comunidades neolíticas. Los arqueólogos sostienen que el diseño, la ubicación y la escala del sitio solo pudieron ser logrados a través de una organización social avanzada y conocimientos técnicos considerables para la época.

El círculo de fosas cerca de Stonehenge, construido hace más de 4.000 años, redefine la prehistoria británica y la ingeniería neolítica (Will Dunham/Handout via REUTERS)

El método científico que descifró su origen

Para confirmar el origen humano de las fosas, el equipo utilizó una secuencia de técnicas científicas combinadas. Geofísica avanzada —tomografía de resistencia eléctrica, radar y magnetometría— permitió mapear y delimitar la forma y profundidad de las cavidades. Sin embargo, esto no bastó para descartar un posible origen natural, por lo que los arqueólogos recurrieron al análisis de núcleos de sedimentos.

A través de luminiscencia estimulada ópticamente (OSL) se determinó cuándo el suelo había estado expuesto por última vez al sol, ofreciendo una datación precisa del momento de la excavación. Además, el análisis de ADN ambiental (sedaDNA) reveló la presencia de restos biológicos y permitió reconstruir la vegetación de la época, acreditando así la interacción de los constructores con el entorno.

Los estudios sobre arcillas, limos y su estratigrafía mostraron patrones repetidos y presencia de capas sucesivas que indican que el relleno de las fosas se realizó controladamente a lo largo del tiempo.

Arqueólogos confirman que la mayor estructura prehistórica del Reino Unido es obra humana, tras un estudio liderado por la Universidad de Bradford (REUTERS/Peter Cziborra)

Evidencias, funciones y nuevos enigmas prehistóricos

Las conclusiones, publicadas en la revista Internet Archaeology, son claras: la formación del círculo de fosas fue resultado de la acción humana. El profesor Vincent Gaffney, de la Universidad de Bradford, afirmó a The Guardian: “No pueden haberse formado de manera natural. Simplemente no es posible. Creemos que lo hemos demostrado”. Además, destacó: “Las fosas que rodean Durrington Walls no tienen precedentes. Estas estructuras formaron parte de un paisaje monumental y organizado, lo que da cuenta de una sociedad compleja y sofisticada en el Neolítico”.

Este avance reubica el foco de la investigación: ahora los esfuerzos buscan comprender la función, la cronología y el impacto ambiental de la estructura, más allá del simple asombro por sus dimensiones. Arqueólogos y especialistas especulan con propósitos rituales y cosmológicos para las fosas.

Según The Guardian, Gaffney sugiere que podrían haberse vinculado a creencias sobre un inframundo, diferenciándose de la orientación astronómica de Stonehenge. Para la Universidad de Bradford, el círculo pudo marcar un espacio ceremonial en Durrington Walls, reflejando ideas y prácticas que influyeron directamente en la configuración mítica del paisaje.

El relleno controlado de las fosas y la estratigrafía de los sedimentos evidencian un proceso planificado y prolongado en el tiempo (REUTERS/Toby Melville)

Un proyecto global para descifrar Stonehenge

El hallazgo se integra al Stonehenge Hidden Landscapes Project, iniciativa interdisciplinaria que reúne a la Universidad de Birmingham, el Ludwig Boltzmann Institute, la Universidad de Bradford y otras instituciones europeas, con el apoyo de English Heritage y el National Trust. El proyecto emplea múltiples herramientas para explorar, de manera integral, el contexto arqueológico y natural de Stonehenge y sus alrededores.

La colaboración internacional y la aplicación de ciencia de vanguardia permitieron descubrir una faceta hasta ahora desconocida del pasado neolítico británico. El modelo de trabajo, que combina investigación de campo, laboratorio y análisis ambiental, sienta las bases para futuras campañas en la región y para el estudio de monumentos prehistóricos a escala global.

Una nueva mirada sobre la prehistoria británica

La confirmación del origen humano de las grandes fosas de Wiltshire aporta una pieza clave para reconstruir la relación entre arquitectura, ritual y territorio en la Europa antigua.

Este hallazgo no solo refuerza la singularidad de Stonehenge como epicentro de la prehistoria británica, sino que también abre interrogantes sobre la cosmovisión y la capacidad organizativa de aquellas sociedades. La monumentalidad y el diseño del círculo inscriben, por primera vez, la huella de sus creencias en el paisaje, y revelan el potencial de la ciencia y la colaboración internacional para arrojar luz sobre los grandes enigmas del pasado.