
Un equipo de científicos de la Universidad de Bonn en Alemania creó un innovador filtro inspirado en diferentes peces, capaz de eliminar más del 99% de los microplásticos en el agua residual de las lavadoras. Esta solución, difundida por Popular Science, aborda una de las principales fuentes de contaminación plástica: las diminutas partículas que desprende la ropa durante el lavado doméstico.
El desafío global de los microplásticos en el lavarropas
El problema de los microplásticos generados por los lavarropas se extiende a escala mundial. Estas partículas, muy difíciles de degradar, ya se han detectado tanto en el cuerpo humano como en los lugares más remotos del planeta y se asocian a riesgos crecientes para la salud.
Según estimaciones citadas por Popular Science, un lavarropas en un hogar de cuatro personas puede liberar hasta 500 gramos de microplásticos al año por el desgaste de los textiles. Arrastradas por el agua residual, estas fibras llegan a los sistemas de alcantarillado y, tras el procesamiento de las aguas, pueden terminar en suelos agrícolas mediante fertilizantes, manteniéndose presentes en el ambiente.
Leandra Hamann, bióloga y coautora del estudio, destacó en Popular Science los límites de las tecnologías actuales: “Algunos filtros se obstruyen rápidamente, otros no ofrecen una filtración adecuada”. Para superar ese desafío, el equipo recurrió a la naturaleza y sus millones de años de evolución como fuente de inspiración.

Branquias de peces, la clave detrás del nuevo filtro
El avance se basa en el funcionamiento de las branquias de peces como la sardina, la anchoa y la caballa. Estas especies utilizan arcos branquiales en forma de embudo para filtrar el agua: permiten que fluya a través de una pared permeable y separan las partículas no deseadas, evitando bloqueos.
Alexander Blanke, biólogo y coautor, explicó a Popular Science: “Durante la alimentación, el agua fluye a través de la pared permeable del embudo, se filtra y el agua libre de partículas se libera de nuevo al entorno a través de las branquias”. Una malla elástica, formada por estructuras en peine y cubiertas de dientes diminutos, retiene los microplásticos hasta que el pez los traga, vaciando así el sistema.
Siguiendo este principio, los científicos probaron diferentes combinaciones de tamaños de malla y ángulos de embudo hasta hallar una solución que replica la eficiencia de la evolución biológica. Hamann aseguró: “Hemos encontrado una combinación de parámetros que permite a nuestro filtro separar más del 99% de los microplásticos del agua sin que se bloquee”.

Incorporación sencilla y accesible en lavarropas
El filtro diseñado por el equipo recoge los microplásticos en una salida especial, de donde se extraen varias veces por minuto mediante succión.
Los investigadores afirman que, con modificaciones menores, el propio lavarropas podría comprimir el plástico residual y convertirlo en una pastilla sólida.
Luego de varias decenas de lavados, el usuario podría retirar el bloque y desecharlo junto con los residuos comunes.

Entre sus ventajas, los autores subrayan el bajo costo de producción, la facilidad de integración en lavarropas existentes y la ausencia de mecanismos complejos, lo que disminuye riesgos de avería y simplifica el mantenimiento.
Popular Science indica que este enfoque constituye una alternativa práctica y eficaz para reducir la contaminación por microplásticos desde el origen.
Mientras la patente se encuentra en trámite, el equipo de la Universidad de Bonn espera que los fabricantes de lavarropas colaboren en el perfeccionamiento e incorporación de este sistema, lo que representaría un avance clave para disminuir la presencia de microplásticos en el ambiente, según concluye la publicación científica.