
Una licitación por el suministro de caños para un gasoducto destinado a exportaciones de GNL desde Vaca Muerta mantiene en vilo al Grupo Techint ante el riesgo de que el negocio quede en manos de empresas chinas u otros proveedores extranjeros.
El conglomerado que lidera Paolo Rocca viene advirtiendo ya desde hace varios meses acerca de la competencia desleal que implican los productos provenientes del gigante asiático y el mes pasado, lo que era una preocupación pasó a ser un hecho: llegaron a Río Negro las primeras 5.000 toneladas de caños de acero chino revestidos de concreto para conectar 15 kilómetros en tierra (onshore) entre el gasoducto San Martín y San Antonio Este, así como 2 tramos de 6 kilómetros submarinos (offshore) cada uno entre la costa atlántica y el sitio donde se instalarán los barcos de licuefacción Hilli Episeyo y MK II.
No todos en el sector opinan igual. En el mercado aseguran, por su parte, que el holding intenta direccionar a su favor una licitación en curso a favor de una de sus empresas, Tenaris, y que el holding presentó en las últimas licitaciones internacionales del sector costos por los caños que fueron hasta 25% más caros que las ofertas más competitivas. “Tenaris importa la chapa de Brasil, por lo que el 65% de sus costos son importados, no es ‘compre argentino’. En Argentina, solo dobla la chapa y hace la costura a los caños”, explican. Techint no hizo comentarios para esta nota.
Según pudo averiguar este medio, la licitación para la provisión de caños del gasoducto de 480 kilómetros dedicado a la exportación de GNL se encuentra en curso. La realiza San Matías Pipeline, el VPU que presentó el proyecto del gasoducto ante el RIGI en el mes de octubre, en el marco del proyecto de Southern Energy, consorcio conformado por PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG. Participan más de 15 oferentes, que son proveedores nacionales e internacionales de diversos países: Argentina, España, China, India, Colombia, México, Japón, Grecia y Turquía, entre otros. La licitación está en curso, por lo que aún resta terminar el proceso para saber cuál será la oferta más competitiva.
En ese contexto, fuentes de la industria afirmaron que “los precios internacionales están a la baja y en los próximos años habrá una sobreoferta de GNL en el mundo, lo que pone mucha presión a los costos. La rentabilidad de este tipo de proyectos es acotada y de alto riesgo, por lo que cualquier aumento de costos pone en riesgo su propia viabilidad. En proyectos de esta magnitud, la estructura de costos tiene que estar muy bien diseñada porque una diferencia en los precios de los caños podría significar un sobrecosto de decenas de millones de dólares, algo inaceptable en proyectos de esta escala”.
Lo que inquieta ahora a Techint es la posibilidad de que China gane una licitación para fabricar los caños de acero del primer gasoducto dedicado a las exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL), que recorrerá unos 480 kilómetros entre Vaca Muerta, en Neuquén, hasta las costas de San Antonio Este, Río Negro.

Tenaris produce tubos con costura utilizados para los gasoductos en una planta ubicada en Valentín Alsina, Buenos Aires, y además el grupo cuenta con otra fábrica de tubos con costura (usados para otros fines) en Villa Constitución, Santa Fe. Estas instalaciones actualmente están produciendo normalmente, con unos 250 trabajadores, pero el riesgo es que el crecimiento de las importaciones comience a afectar fuertemente la producción y la compañía tenga que reducir personal. La preocupación del sector está latente, aunque aún no hay motivos concretos más allá de la inquietud por compras de tubos chinos que ya sucedieron.
También vale decir que la empresa centraliza gran parte de sus compras globales desde Uruguay, a través de Exiros. “Exigen comprar en Argentina, pero no aplican la misma política para sus propias compras y buscan siempre el mejor precio para la compra de sus propios insumos, independientemente del país donde provengan”, detalló otra fuente del sector.
El debate involucra también a grandes operadoras como YPF, que optó semanas atrás por adquirir un lote de válvulas con 85% de componentes importados, pese a la capacidad productiva y tecnológica de proveedores locales. La Cámara de Proveedores de Bienes para Energía criticó esta tendencia, subrayando que la industria argentina reúne certificaciones internacionales y emplea a cerca de 50.000 trabajadores en el sector de válvulas, equipos y componentes clave.
El proceso licitatorio todavía no concluye. Techint buscó reducir su oferta para acercarse a los precios internacionales, aunque las condiciones siguen siendo menos competitivas que las de Asia. Voces de la industria alertan que la competencia global, sumada a la presión por los márgenes mínimos del negocio del GNL, limita las alternativas para proteger a la industria local sin afectar la viabilidad de nuevos proyectos de exportación.