Un ataque con drones explosivos lanzado por las fuerzas rusas contra la ciudad portuaria de Odesa, en el sur de Ucrania, dejó al menos un civil muerto y tres personas heridas, según informaron este sábado las autoridades locales.
“Se está trabajando en la eliminación de las consecuencias de un ataque enemigo masivo. Se sabe preliminarmente que una persona ha muerto y al menos tres han resultado heridas”, señaló el gobernador regional Oleh Kiper a través de su canal oficial de Telegram.
El alcalde de Odesa, Gennadiy Trukhanov, confirmó que la ciudad fue atacada por más de 20 drones que se aproximaron desde diferentes direcciones. “La infraestructura civil resultó dañada. Un edificio residencial de gran altura está en llamas”, indicó. “Por ahora, se ha confirmado que una persona ha muerto”, agregó.
El Servicio Estatal de Emergencias informó que el ataque desató un incendio entre los pisos sexto y noveno de un edificio de nueve plantas. Cinco personas fueron rescatadas, aunque una de ellas —una mujer— murió debido a las heridas provocadas por el fuego, precisó el organismo.
Odesa, cuyo centro histórico figura en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, ha sido blanco recurrente de bombardeos rusos desde el inicio de la guerra. El puerto del mar Negro, clave para las exportaciones ucranianas, ha visto su infraestructura civil golpeada de forma sistemática durante el conflicto.
El ataque ocurre en un momento de nueva escalada militar por parte de Rusia, que ha intensificado sus ofensivas tanto en ciudades alejadas del frente como en zonas de combate activo. El aumento de los ataques aéreos se inscribe en una ofensiva más amplia del Kremlin, que en las últimas semanas ha combinado bombardeos de largo alcance, fuego de artillería y operaciones terrestres.
En paralelo al ataque en Odesa, autoridades ucranianas reportaron el viernes al menos seis muertos en otras regiones del este y sur del país, también como resultado de bombardeos rusos.
La intensificación de los ataques se produce un día después de que la Unión Europea aprobara su 18º paquete de sanciones contra Rusia, que incluye un nuevo límite al precio del petróleo ruso, fijado en 47,6 dólares por barril, tras superar la oposición de Eslovaquia.
El objetivo de las medidas es reducir los ingresos energéticos del Kremlin y debilitar su capacidad para sostener el esfuerzo bélico. Las sanciones también alcanzan al sector bancario y a las capacidades militares rusas.
En paralelo, el Reino Unido anunció medidas complementarias en coordinación con Bruselas, en el marco de los intentos de las potencias occidentales por aumentar la presión sobre Moscú y forzar una salida al conflicto, que comenzó con la invasión a gran escala en febrero de 2022 y se acerca a su tercer año sin señales de solución negociada.
(Con información de AFP y EP)