El músico Kanye West fue acusado de tocar de manera inapropiada y amordazar con fuerza a una modelo durante la filmación de un videoclip en 2010, según señala la demanda presentada ayer en su contra. La modelo Jenifer “Jenn” An, que fue concursante de America’s Next Top Model, alega que el rapero la agredió sexualmente mientras estaba en el set de “In for the Kill”, de La Roux. Según los informes a los que accedió el portal Page Six, el rodaje se había realizado hace más de 14 años, el 7 de septiembre de 2010, en el Hotel Chelsea de Nueva York.

La producción se había realizado en base a una versión remix de la canción del dúo pop británico que integraban la cantante Eleanor Jackson y el productor Ben Langmaid. La participación de Kanye West en la canción también incluyó esas escenas que se rodaron en el Hotel Chelsea. Según la denuncia, el músico había llegado al set acompañado por quien en ese momento era su novia, Selita Ebanks. En el testimonio se indica que el rapero “tomó el control de la producción y del equipo de producción” a pesar de que en el set se encontraba la directora Kinga Burza.

Portada del remix del dúo La Roux y Kanye West

La modelo relató que West hizo que varias modelos, incluida ella, se alinearan en un pasillo y, tras elegirla, mientras ella solo vestía lencería para la escena, la condujo hacia un sofá largo, en la parte trasera de una suite. Había una cámara frente a ellos. El músico habría comenzado a estrangularla con una mano. Luego “le rodeó el cuello con la otra mano y continuó estrangulándola con ambas manos”. También afirma que la asfixió y le corrió el maquillaje.

Jennifer “Jenn” Ann, en el video de La Roux y Kanye West

Más tarde introdujo varios dedos en la garganta para emular una escena de sexo oral forzado. La modelo afirmó en su testimonio que durante ese episodio West gritó: “Esto es arte. Soy como Picasso”. Sin embargo, ella comparó su comportamiento con el fetichismo BDSM (sumisión, disciplina y sadomasoquismo, según su sigla en inglés). Luego miró alrededor para buscar a una persona que pudiera intervenir y agregó que, por la dificultad para respirar, sintió que sufrió un desmayo temporal.

An alega que, al salir del set, hizo contacto visual con Ebanks, de 41 años, pero la ex modelo de Victoria’s Secret “volvió bruscamente la cabeza”. Además de esta acusación contra el rapero, la modelo está iniciando acciones legales contra Universal Music Group, la editorial musical que respaldó a West en ese momento, alegando que “no investigaron” el incidente ni “no tomaron medidas”.

Según informó el portal, los representantes del rapero, de Ebanks y de la compañía discográfica no hicieron por el momento declaraciones al respecto. Por el lado de la denunciante, según analiza Page Six, la demanda busca una “cantidad no especificada de indemnización” por daños y perjuicios y, según la presentación realizada por sus abogados, se cree que West ha violado leyes federales de Nueva York, por estrangulamiento en segundo grado, delito grave por motivos sexuales y agresión. Afirma que ha enfrentado un trauma, incluido el sentimiento de “extrema humillación, degradación, victimización, vergüenza y angustia” a lo largo de los años, como resultado de lo que supuestamente sucedió. Además, la modelo concluye que también ha “sufrido y seguirá sufriendo por lesiones físicas, dolor emocional, sufrimiento, molestias, pérdida del disfrute de la vida” y “angustia física” grave.

Reacciones intempestivas

Kanye West, el día que frustró e festejo de Taylor Swift en la entrega de premios MTV VMA, de 2009

Hoy West es un hombre de 47 años que ha cosechado grandes éxitos en el terreno musical y atraviesa una vida mediatizada gracias a su ex matrimonio con Kim Kardashian. Para 2010 seguramente podía expresar las ínfulas de una celebridad, con ciertas reacciones muy fuera de lo común. Un año antes de este supuesto incidente en el hotel Chelsea de Nueva York, quedó en su “prontuario mediático”, su irrupción en el escenario de los MTV VMA de 2010, cuando Taylor Swift todavía era una adolescente que recibía un premio por primera vez y él le arrebataba el micrófono para decirle que los videos de Beyoncé eran mejores. Con el paso de los años, sus comentarios políticos, raciales y sobre medios y el mundo de la industria musical muchas veces generaron controversias.