María Julia Oliván emocionó a todos durante su paso por la mesa de Mirtha Legrand al compartir en detalle el duro accidente doméstico que sufrió, el cual la dejó con el 25% del cuerpo quemado y le demandó una larga y dolorosa recuperación. Invitada a la histórica “mesaza”, la periodista abrió su intimidad y relató el episodio que la mantuvo dos meses internada en el hospital y la llevó al límite físico y emocional.
Desde el primer segundo del programa, la conductora decidió arrancar con el tema: “Nena, vos estuviste gravísima, ¿no?”— la periodista abrió el corazón: “Estuve gravísima, sí. Saquemos el tema desde el inicio. Sí, me quemé el 25 % del cuerpo. Estuve en el hospital Alemán dos meses internada en terapia intermedia.”
Ante la consulta de cómo ocurrió el accidente, Oliván narró: “Fue con un bidón de bioetanol que estaba prendiendo la estufa de mi estudio de grabación. Habíamos terminado de grabar. Estaba muy cansada y tenía que practicar una obra que iba a hacer, una charla con padres sobre mi podcast y mi libro ‘Chat de mamis’. En el Metropolitan. Era una semana antes, yo nerviosa, bueno, con una productora, la hija de Bonadeo, de Gonzalo Bonadeo. Se llama Valu. Estábamos empezando a pasar la letra y yo estaba nerviosa. Empecé a tirar bioetanol con la estufa encendida”.
Especificó la peligrosidad de la situación: “Estaba encendida con un hilito de fuego y se explotó el bidón y se hizo una llamarada y me empezó por la pierna y hundió esa parte, porque yo me vi encendida toda, o sea, me vi en el vidrio de enfrente como una fogarada. Y bueno, me cayó por el pie y me quemó toda la pierna de adelante y de atrás hasta la cadera.”

Consultada sobre la ropa: “Un jean y un pullover. Y Valu me dijo: ‘Julia, quítate la ropa’. Se ve que lo hice en dos segundos y me fui a bañar. O sea, arriba en mi estudio hay un baño. Entonces, me caí en el agua y tardó una hora en venir la ambulancia, en que si jurisdicción, que jurisdicción”.
Al recordar el período en el hospital, detalló: “Tuve diecinueve intervenciones dentro del hospital. Siempre en el Alemán. Con el equipo del doctor Bolgiani, que es una de las mayores eminencias. Bueno, cuidada por unos farm… unos enfermeros espectaculares y sin poder moverme de la cama para nada, dos meses”.
Sobre la recuperación, agregó: “Cuando salí fui dada de alta para una internación domiciliaria, crucé mi casa y me fui directo a Border a trabajar, ¿no? Es como que enseguida, si bien no tenía bien la cabeza por las drogas, ¿no? Que tenemos ahí en terapia intensiva. Me encontré hablando cualquier cosa, llamando a los periodistas que trabajan conmigo para que traigan las cámaras, que quería seguir trabajando. Delirando, ¿vio? Yo al momento pensé: es la última nota que me mandó hacer Lanata, porque eran todos delirios los que yo decía, pero era por los efectos del fentanilo y la ketamina, ¿no? Y bueno, ya está, estoy viva, pero tengo una pierna, la pierna esta para un año y medio de recuperación”.

Finalmente, Oliván destacó el valor del acompañamiento familiar en ese proceso tan duro: “Por el amor de la familia que lo cuidó”. De esta manera, la periodista no solo relató con crudeza y coraje lo que fue uno de los episodios más difíciles de su vida, sino que también dejó un mensaje sobre la importancia del cuidado y la fortaleza frente a la adversidad, así como el papel fundamental de los afectos en la recuperación.