
F.N. son las iniciales del indigente de 30 años que fue detenido el jueves pasado por la Policía de la Ciudad, acusado de matar en el barrio porteño de Balvanera a María Vilma das Dores Cascalho da Silva Bosco, una turista brasileña de 69 años que había llegado al país para visitar a su hija.
De acuerdo a información policial, F.N. enfrentó a la turista en la avenida Corrientes al 3200. Allí, la golpeó. La mujer cayó al piso y perdió la vida por el impacto que sufrió. Tras el hecho, el sospechoso comenzó a deambular. Fue capturado en la esquina de la avenida Córdoba y Junín horas después.
Tras su arresto, F.N. no fue enviado a una celda, sino al Hospital Borda, con un expediente inicialmente a cargo de la Unidad de Flagrancia Este del MPF porteño, con el fiscal Federico Tropea. Un informe oficial indicaba que el acusado registraba “20 antecedentes por delitos graves y varios ingresos a centros de salud por problemas psiquiátricos”.
En las últimas horas del martes, la causa fue enviada a la Fiscalía N°16 del mismo fuero. De allí, es altamente probable que sea remitida a la Justicia de instrucción nacional, al tratarse de un homicidio. Otra vez, la posible inimputabilidad del acusado es la clave.

Lo cierto es que F.N. ya había sido internado en el Hospital Borda años antes: ya fue considerado inimputable por la Justicia 13 veces entre 2014 y 2022 por la patología que padece.
Infobae accedió a diversos registros judiciales que indican la situación mental del acusado. Uno de ellos contiene un dato que podría ser esencial para la investigación que sigue: una evaluación psiquiátrica que le practicó el Cuerpo Médico Forense luego de que fuera detenido por un hecho de robo en agosto de 2022 para determinar, precisamente, si podía enfrentar un juicio en su contra. Allí, se encuentra su diagnóstico.
“Consumo desde la infancia”
El estudio ocurrió en el marco de un expediente por el delito de robo, elevado a juicio en el Tribunal Oral N°3, donde F.N. fue representado por un defensor oficial. Dos expertos del Cuerpo Médico participaron del estudio, así como otros dos del Cuerpo de Peritos y Consultores Técnicos de la Defensoría General de la Nación.
Ambos tuvieron conclusiones diferentes. El Cuerpo Médico Forense argumentó que “las facultades mentales se encontraban compensadas al momento del examen” pero F.N. “presentaba una afección compatible con discapacidad intelectual leve, asociada a probables síntomas relacionados con antecedentes de consumo de sustancias y/o alcohol” junto a una “pobre estimulación psico-sociocultural”.

Para el Cuerpo Médico Forense “no advertían impedimento en su aptitud mental para poder ajustarse a un proceso penal”. Sin embargo, las consideraciones de los peritos de la Defensoría fueron todo lo contrario.
Tal como su pares del CMF, coincidieron en “un cuadro de discapacidad intelectual del imputado, que se ve agravado por el consumo desde la infancia y la vulnerabilidad social extrema» y un “retraso madurativo”. Sin embargo, consideraron que “no comprendía acabadamente el significado de un juicio”.
En el fallo del Tribunal N°3, firmado en octubre de 2022, el juez Gustavo Rofrano recordó que F.N. “fue declarado inimputable en trece oportunidades en los últimos ocho años por la patología mental que padece”. Había enfrentado una condena en la Justicia de San Martín en 2018; fue el objeto de dos búsquedas de paradero en la Justicia civil en 2016 y 2017. Estuvo preso en un penal federal, donde le dieron un DNI provisorio. Realizó un tratamiento en el Hospital Borda en 2020, que luego abandonó.
F.N. se encontraba encarcelado al momento de este estudio. El Tribunal N°3 se negó a liberarlo luego de un pedido de su defensa y recomendó que siga bajo tratamiento. Sin embargo, con el tiempo, salió.