Foto de archivo - Fachada del banco central argentino, en el distrito financiero de Buenos Aires, Argentina. Nov 20, 2023. REUTERS/Agustin Marcarian

El Banco Central rehabilitará un instrumento para facilitar el cobro de las cuotas de los préstamos. El uso del DEBIN o débito inmediato, que permite el cobro digital de los pagos mensuales en forma directa desde las cuentas de los clientes, era una herramienta clave para los préstamos extrabancarios. Con otro nombre y algunos cambios, el BCRA permitirá que vuelva a utilizarse.

“Si todo va bien, dentro del próximo mes vamos a permitir el débito directo que el Banco Central cerró en 2020. Lo primero que vamos a hacer es cambiarle el nombre. Vamos a sancionar la norma que rehabilita herramientas para cobro de préstamos de manera digital, para permitir llegar a más personas y hacer crecer el crédito”, señaló Pedro Inchauspe, director del Banco Central, en el marco del Argentina Fintech Forum, un evento celebrado ayer en el Centro de Exposiciones porteño que congregó a gran cantidad de empresas financieras.

El funcionario recordó que la norma era un pedido habitual de la Cámara Argentina Fintech, el organizador del evento. Y también que es un elemento más en la ruta marcada para la agenda financiera que viene: el Open Finance, o Sistema de Finanzas Abiertas que el BCRA ya puso en marcha y que fue el tema central de debate del evento.

“Para nosotros, la recuperación del crédito es fundamental. En parte, estas medidas se basan en el esquema de Open Finance y en los incentivos que queremos dar. Por eso, si todo va bien, en el próximo mes debería estar en funcionamiento”, apuntó Inchauspe.

No solamente el nombre DEBIN quedará en el camino. También habrá algunas modificaciones en su funcionamiento. “Es una herramienta muy interesante, pero como supervisor aviso que va a tener condiciones”, dijo Juan Curutchet, superintendente de Entidades Financieras, ubicado junto a Inchauspe en el escenario del Argentina Fintech Forum.

En febrero de 2020, la decisión del recién asumido gobierno de Alberto Fernández de prohibir el DEBIN para cobrar cuotas de préstamos resultó un golpe para todo el sistema financiero pero, en especial, para el crédito fintech.

El sistema permitía que las entidades extrabancarias y bancarias debiten en forma reiterada el importe de las cuotas hasta que el cliente tuviese los fondos suficientes para cancelarlas. Sobre el crítico momento financiero previo a la pandemia, mucha gente tuvo dificultades para pagar sus cuotas, sobre todo en el segmento de préstamos de consumo, por montos bajos.

En aquel entonces, muchos gobernadores habían hecho llegar sus quejas al nuevo gobierno nacional ya que la acreditación de sus planes sociales, en muchos casos, era absorbida en forma inmediata por el cobro de cuotas pendientes de los préstamos.

En respuesta a esos reclamos, en febrero de 2020 el BCRA prohibió el uso del débito directo para cobrar cuotas de préstamos y lo limitó exclusivamente para cobrar facturas de servicios públicos e impuestos. Un mes después comenzó la emergencia de la pandemia y, con ello, una larga serie de flexibilizaciones para el recobro de los préstamos que se extendería por varios años. Pero el cobro vía de cuotas vía débito directo, nunca se había restablecido.

El débito directo para las cuotas de los créditos era una herramienta muy requerida por el sistema fintech, ya que otorgaba mayor certeza de cobranza en un segmento del público habitualmente no atendido por la banca tradicional por sus mayores niveles de riesgo. Para compensar esa dificultad, el crédito fintech requería de una herramienta de débito de las cuotas más segura.