
Estados Unidos declaró que no ve “ninguna evidencia” de un fraude electoral en las presidenciales de Honduras, donde el candidato conservador Nasry ‘Tito’ Asfura, respaldado por Donald Trump, encabeza el recuento después de cuatro días de una parálisis por problemas técnicos.
“No tenemos conocimiento de ninguna evidencia creíble que respalde un llamado a la anulación”, dijo este martes a EFE un portavoz del Departamento de Estado.
La misma fuente subrayó que las elecciones “fueron monitoreadas de cerca” por la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE) y los observadores electorales nacionales.
Para la Administración de Trump, el recuento demuestra que “la voluntad del pueblo hondureño fue repudiar” la gestión del partido izquierdista Libre, de la presidenta saliente, Xiomara Castro.

“Estados Unidos apoya la integridad del proceso democrático de Honduras y el CNE (Consejo Nacional Electoral) debería certificar los resultados de las elecciones de manera expedita”, agregó.
Washington insta a “todas las partes a respetar la independencia de las instituciones electorales y a acatar las leyes y la Constitución de Honduras”.
Según el último cómputo del CNE, con el 99,40 % escrutado, el candidato del Partido Nacional, Nasry ‘Tito’ Asfura, encabeza los resultados con 1.298.835 votos (40,52 %), seguido del candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, con 1.256.428 votos (39,48 %).
Hasta ahora Asfura aventaja a Nasralla con 42.407 votos.
Las elecciones generales se celebraron de manera pacífica, con incidentes menores y la participación de más de tres millones de hondureños, según el escrutinio, de los 6,5 millones que estaban aptos para votar.
La lentitud del escrutinio, que la consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall, atribuye a “problemas técnicos”, ha creado un ambiente de incertidumbre y suspicacia en el país centroamericano, que tiene diez millones de habitantes, de los que más del 60% son pobres y cada cuatro años votan con la esperanza de que mejoren sus condiciones de vida.
En ese anhelo llevan 45 años, desde que el país retornó a la democracia, en 1980, después de casi dos décadas de regímenes militares.
La población votó para elegir a un presidente, tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldías, 128 diputados para el Parlamento local y 20 para el Parlamento Centroamericano.
La candidata de Libre, que el domingo dijo que no reconoce los resultados, acusó de injerencia al presidente de Estados Unidos y anunció movilizaciones para el próximo día 13, apostó para ser la sucesora de Xiomara Castro, la primera mujer presidenta de Honduras.
Libre fue fundado en 2011 después del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente hondureño, Manuel Zelaya, esposo de Xiomara Castro.
Zelaya, además de ser el coordinador general de Libre, es el principal asesor de la presidenta hondureña, que concluirá su mandato el 27 de enero de 2026.
(con información de EFE)