Natalia Barbat, de 45 años, víctima de un femicidio en Uruguay (Facebook)

La maestra Natalia Barbat, de 45 años, llegó desesperada a una estación de servicio en Treinta y Tres, un departamento en el sureste de Uruguay. Detrás de ella la seguía su ex pareja Leonardo Pereira, de 53 años, que no había aceptado la separación y la corría dispuesto a matarla. Barbat, pidiendo ayuda, buscó refugio en ese lugar y se encerró en una habitación. Pero el hombre, que estaba armado, pudo ingresar.

Era la hora 13.55 de este domingo cuando la Policía fue alertada de lo que estaba sucediendo. Cuando los patrulleros llegaron al lugar, escucharon dos estruendos: el hombre había disparado a la mujer y luego a sí mismo, según la información del Ministerio del Interior.

Al llegar la emergencia médica, constató que Barbat ya había fallecido. Pereira, en tanto, aún tenía signos de vida y, muy comprometido en su salud, fue trasladado hasta un sanatorio local. Este lunes el hombre murió.

Natalia Barbat se había mudado desde Maldonado a Treinta y Tres para rehacer su vida (Facebook)

El caso generó una fuerte conmoción porque Barbat era una maestra muy querida en la zona, que trabajaba en Treinta y Tres pero antes lo había hecho en Maldonado.

Barbat y Pereira habían sido pareja, pero estaban separados y el hombre nunca había aceptado esa decisión. En octubre había vencido la restricción de acercamiento que regía entre ambos y no hubo denuncias posteriores. Quienes la conocían sabían que en los últimos años la mujer había vivido una pesadilla por la persecución que su ex marido ejercía sobre ella, informó Montevideo Portal.

Barbat había vivido gran parte de su vida en Maldonado, pero en el último tiempo se radicó en Treinta y Tres. El femicida se había dedicado a perseguirla y pasaba varios días en esa ciudad para estar cerca de la mujer. Según ese medio uruguayo, la maestra recibía varios mensajes del hombre para retomar la relación: le pedía que volviera a la casa que tenían en balneario Buenos Aires (Maldonado) y se ofrecía para mudarse a Treinta y Tres.

La estación de servicio en Treinta y Tres a la que Natalia Barbat llegó para pedir ayuda (@stecheraoficial)

La Federación Uruguaya de Magisterio emitió un comunicado en el que lamentó la situación. “Esta situación nos interpela sobre la violencia patriarcal y la responsabilidad del Estado que llega tarde otra vez. Rechazamos toda forma de violencia basada en género. Hoy nos duele Natalia y nos duele la violencia que nuevamente golpea a la escuela pública uruguaya”, dice el comunicado del sindicato.

En Treinta y Tres, este lunes hubo una concentración en la Plaza 19 de Abril. Ángela Miraballes, una maestra que había sido colega de Barbat, relató al noticiero Telemundo de Canal 12 que la experiencia que había vivido la víctima había sido dura y lamentó que no fuera escuchada cuando vivía situaciones violentas.

Sabemos que la compañera había hecho todo lo que corresponde hacer y sin embargo no encontró una solución que le permitiera vivir con tranquilidad”, expresó. Miraballes contó que la mujer hacía poco tiempo se había radicado en Treinta y Tres para rehacer su vida pero no lo logró.

Natalia Barbat llegó a una estación de servicio a pedir ayuda (Captura Telenoche/Canal 4)

“No puede ser que después de hacer todo lo que se hace judicialmente, suceda que el desenlace sea una tragedia. Tiene que haber algún tipo de cambio y nosotros apostamos a eso: que se revea, que se investigue y que los cambios lleguen”, señaló.

El colectivo feminista Ana Yacobazzon se movilizó este lunes. Lucía Fernández, una de sus integrantes, expresó a ese medio el “dolor, rabia y tristeza” que le genera esta situación. “Esto se podría haber evitado si nos tomaran en serio, si las instituciones actuaran como deberían actuar. Estamos con mucho dolor. Es un crimen de odio. Es un femicidio horrible: a plena luz del día, con total impunidad, de parte del varón”, señaló.