El ex presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue acusado formalmente este sábado por abuso de poder y obstrucción de funciones oficiales, en el marco de la investigación por insurrección que se inició tras su declaración unilateral de la ley marcial en diciembre del año pasado.
El fiscal Park Ji-young informó que Yoon también enfrenta cargos por elaborar y desechar un documento falso que aseguraba que tanto el primer ministro como el ministro de Defensa habían respaldado su decisión. La acusación señala que el entonces mandatario omitió los procedimientos requeridos por ley, como la convocatoria a una reunión del gabinete, antes de emitir la declaración de emergencia.
El 3 de diciembre de 2024, Yoon provocó una grave crisis institucional al ordenar el despliegue de tropas en el Parlamento con el objetivo de impedir que los legisladores rechazaran su proclamación de la ley marcial. Fue la primera vez en la historia del país que un presidente en ejercicio era detenido por las fuerzas del orden.
Después de resistirse durante semanas y usar a su equipo de seguridad presidencial para frenar la investigación, Yoon fue arrestado en enero. En marzo quedó en libertad por razones de procedimiento, aunque su juicio por cargos de insurrección siguió en curso. La semana pasada fue detenido nuevamente tras la emisión de una orden judicial por riesgo de destrucción de pruebas.
El ex presidente se ha negado a colaborar con las autoridades desde su reingreso en prisión, aunque compareció el viernes en una audiencia para pedir la cancelación de la orden de arresto. Su equipo legal afirmó que Yoon se defendió durante más de 30 minutos ante el tribunal, alegando problemas de movilidad y otras dificultades físicas. El tribunal rechazó su petición.
Es importante mencionar que si es hallado culpable del delito principal de insurrección, Yoon enfrenta cadena perpetua o incluso la pena de muerte según lo establecido por el Código Penal surcoreano. Las nuevas imputaciones podrían sumar penas adicionales en caso de condena.
Actualmente, Yoon permanece en régimen de aislamiento en una celda sin aire acondicionado —aunque equipada con un ventilador— en medio de una ola de calor que afecta a buena parte del país.
Las acusaciones contra Yoon marcan un nuevo capítulo en una crisis política que ha puesto a prueba las instituciones democráticas surcoreanas. La investigación continúa mientras los fiscales amplían los cargos relacionados con su intento de interferir en el proceso legislativo y subvertir el orden constitucional.
(Con información de AFP)