Los bancos públicos y privados relanzaron líneas hipotecarias UVA, con plazos de hasta 30 años y cobertura de hasta el 80% del valor de la propiedad (ASPAI)

Muchas familias se preguntan si resulta más conveniente seguir alquilando o intentar acceder a un crédito hipotecario. La reciente reaparición de préstamos ajustados por UVA reavivó el debate, en un contexto donde los valores de los alquileres se mantienen elevados y la estabilidad macroeconómica sigue siendo incierta.

En la Ciudad de Buenos Aires, el precio promedio de un departamento de tres ambientes ronda los USD 130.000, según datos de las principales inmobiliarias. Frente a esa cifra, quienes evalúan financiar la compra deben analizar las condiciones de los nuevos créditos disponibles, que volvieron a ofrecer varios bancos tras años de inactividad en este segmento.

El regreso de los préstamos hipotecarios

El Banco Nación, el Ciudad, el Santander, el BBVA y el Hipotecario se encuentran entre las entidades que relanzaron líneas de crédito ajustadas por UVA. En la mayoría de los casos, el monto máximo cubre hasta el 80% del valor de la propiedad, con plazos que pueden llegar a 30 años. Las tasas nominales anuales varían según la entidad, el perfil del cliente y la relación cuota-ingreso.

Por ejemplo, un préstamo de USD 100.000 equivalentes en pesos a 20 años implica hoy una cuota inicial cercana a $500.000 mensuales, aunque ese valor se actualiza según el índice de inflación. El dato no es menor: el componente UVA ajusta las cuotas por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), por lo que los pagos mensuales pueden subir si la inflación se mantiene elevada.

Desde el sector financiero destacan que, a diferencia de años anteriores, los nuevos créditos UVA cuentan con topes a la actualización de las cuotas. En el caso del Banco Nación, por ejemplo, la diferencia entre el aumento de los ingresos y el de la cuota no puede superar el 10%. Si esa brecha se amplía, el plazo del préstamo se extiende automáticamente.

Un crédito promedio de US$ 100.000 implica una cuota inicial cercana a $500.000, similar al costo mensual de un alquiler de tres ambientes en CABA (Freepik)

Mientras tanto, el valor promedio de un alquiler para un departamento de tres ambientes en CABA ronda los $650.000 mensuales, de acuerdo con reportes del portal Zonaprop. A eso se suma la actualización trimestral permitida por la nueva Ley de Alquileres, que habilita incrementos pactados entre las partes según distintos índices.

Si se compara la cuota inicial de un crédito UVA con el valor del alquiler, la diferencia parece acotada. En algunos casos, incluso la cuota hipotecaria puede resultar menor que el alquiler, aunque con el riesgo de una mayor exposición a la inflación. En cambio, quien alquila evita endeudarse, pero asume la incertidumbre de los ajustes y la falta de estabilidad a largo plazo.

Un análisis realizado por el portal Reporte Inmobiliario muestra que, para una vivienda de USD 130.000, el costo mensual de la cuota inicial representa alrededor del 75% del valor de un alquiler equivalente. Sin embargo, a lo largo del tiempo la relación puede invertirse, dependiendo de la evolución de los precios y los salarios.

Los problemas que persisten

A pesar del regreso de los préstamos hipotecarios, el acceso sigue siendo limitado. La relación entre los ingresos familiares y el valor de las propiedades continúa siendo una de las principales barreras. Según estimaciones del mercado, se necesitan ingresos superiores a $1.500.000 mensuales para calificar a un crédito promedio, lo que deja afuera a gran parte de los asalariados formales.

Además, la falta de previsibilidad macroeconómica dificulta la planificación a largo plazo. “El problema no es sólo la inflación, sino la incertidumbre sobre los ingresos futuros y el tipo de cambio”, explican desde una entidad bancaria. Esa volatilidad hace que muchos potenciales compradores opten por postergar decisiones de endeudamiento, a la espera de un entorno más estable.

La relación entre ingresos y precios de las propiedades continúa siendo una barrera, lo que limita el acceso al crédito para la mayoría de las familias (Freepik)

En paralelo, la oferta de viviendas usadas en venta continúa en niveles altos. Muchos propietarios buscan desprenderse de inmuebles ante la caída sostenida de los precios en dólares durante los últimos años. El valor promedio del metro cuadrado en CABA se ubica en torno a USD 2.100, aunque con amplias diferencias entre barrios.

En el segmento de alquileres, la tendencia sigue marcada por una fuerte demanda y escasa oferta. La derogación de la anterior Ley de Alquileres y la apertura de acuerdos entre partes generaron una recomposición del mercado, pero los precios siguen lejos del poder adquisitivo promedio.

Los analistas coinciden en que, más allá de los números actuales, la conveniencia entre alquilar o tomar un crédito hipotecario depende del horizonte temporal y de la capacidad de ahorro. Si la inflación logra estabilizarse y los ingresos acompañan, el crédito puede transformarse en una opción viable para sectores medios. En cambio, en contextos de alta volatilidad, la cuota ajustable puede convertirse en una carga difícil de sostener.