El Tribunal Oral Federal de Corrientes condenó a tres años de prisión en suspenso a D. C. C., una agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), por el delito de tentativa de transporte de estupefacientes.
La sentencia forma parte de un proceso judicial iniciado en febrero de 2018, cuando la policía local halló casi 500 kilos de marihuana ocultos en un vehículo que llevaba la patente a nombre de la acusada.
D. C. C., de 32 años, residente de Villa Tesei en el partido bonaerense de Hurlingham, fue juzgada bajo la modalidad de juicio abreviado la semana pasada. Además de la condena en suspenso, la Justicia le impuso una multa de un millón de pesos, según informó el portal del diario Época.
El caso se conoció cuando las autoridades correntinas decomisaron un volumen inusual de droga en un operativo sobre un camino secundario de Ramada Paso, una localidad ubicada cerca de la capital provincial. El expediente desenredó no solo la logística del transporte de cannabis, sino la responsabilidad de la funcionaria policial, que intentó desligarse del hecho.
El 8 de febrero de 2018, cerca de las 21.30, efectivos de la Policía de Corrientes patrullaban caminos rurales de Ramada Paso. Entre la maleza, hallaron un Renault Clio negro con las puertas cerradas y sin ocupantes. Llamó la atención la presencia de numerosos bultos apilados en la parte trasera del habitáculo. Por orden del Juzgado Federal, los uniformados requisaron el vehículo y verificaron 17 paquetes rectangulares que en su interior contenían 659 “ladrillos” de marihuana. El pesaje oficial arrojó un total de 483,934 kilos.
La patente del vehículo figuraba a nombre de D. C. C., mientras que la póliza de seguro estaba emitida a nombre de su pareja, un empleado judicial de la Provincia de Buenos Aires.
Tras el procedimiento, D. C. C. presentó una denuncia en la Ciudad de Buenos Aires por el robo del vehículo. Su declaración asentó que el 13 de febrero, es decir, cinco días después del hallazgo, había sido abordada por dos motochorros frente a su domicilio, momento en el que supuestamente le sustrajeron el Clio.
Sin embargo, investigadores alertaron una discordancia temporal y procedieron a realizar un análisis del tráfico de señales de su teléfono celular. El informe remitido por la empresa telefónica reveló que durante enero y la primera quincena de febrero de 2018, la agente activó repetidamente antenas ubicadas en Corrientes, incluso días posteriores al secuestro del vehículo repleto de marihuana.
La situación procesal de D. C. C. incluyó una detención inicial, aunque la Justicia Federal de Corrientes resolvió procesarla sin prisión preventiva. La defensa legal presentó recursos que extendieron los plazos del expediente. También influyó la congestión de causas: Corrientes cuenta con un solo Tribunal Oral Federal, lo que contribuyó a que la sentencia definitiva demorara más de seis años.
Además de la condena a tres años de prisión en suspenso, el Tribunal impuso también la obligación de abonar una multa de un millón de pesos. Esto implica que D. C. C. no quedará en prisión, pero deberá cumplir reglas de conducta bajo supervisión judicial y afrontar la sanción económica establecida.
Fuentes judiciales consultadas explicaron que la calificación fue de “tentativa de transporte de estupefacientes” y que la prueba fundamental incluyó tanto las evidencias recogidas en el lugar como los reportes del uso del celular de la acusada. La agente se encontraba bajo licencia psiquiátrica prolongada desde mayo de 2017, una circunstancia que figuró en los informes incorporados al expediente.
En relación con su situación dentro de la fuerza tras la condena, se sabe que su legajo y situación laboral en la PSA quedan sujetos a revisión en función del desenlace judicial y las normas internas vigentes.