El agro atraviesa un escenario con marcadas diferencias entre cultivos. Se destaca que la soja recibe un interés inédito desde China, en un contexto en que el país busca diversificar proveedores, en plena guerra comercial con EEUU. Mientras tanto, el trigo finaliza su siembra con las mejores condiciones hídricas en años y el maíz avanza con lentitud en su cosecha por el exceso de humedad en el sur.
En las últimas semanas, China adquirió varias cargas de harina argentina en una estrategia para reducir su dependencia de Estados Unidos. “Es la primera vez que vemos este tipo de operaciones, y podría abrir la puerta a exportaciones de poroto argentino por hasta 11 millones de toneladas”, señaló Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Esto surge en medio de las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, en las que insta a China a que aumente sus compras de soja a EEUU. “China está preocupada por la escasez de soja. Nuestros grandes agricultores producen la soja más robusta. Espero que China cuadruplique rápidamente sus pedidos de soja. Esto también es una forma de reducir sustancialmente su déficit comercial con EEUU”, dijo este domingo el mandatario en su red Truth Social.
A su vez, en la Universidad Austral indicaron que la campaña 2024/25 ya registra un 45% de la producción con precio fijado y que la cola de buques para cargar soja supera el millón de toneladas, frente a un promedio habitual de 400.000 para esta época. La actividad comercial muestra un dinamismo superior al de otros ciclos, impulsada por la demanda asiática y por una expectativa de mayores embarques.
De todos modos, “la medida de comprar harina de soja argentina es solo una solución temporal“, dijo Hanver Li, analista jefe de la consultora de materias primas Shanghai JC Intelligence Co, según consignó Bloomberg. “Si las conversaciones entre China y EE.UU. van bien, no sería una pauta comercial a largo plazo”, añadió.
Trigo: superficie y condiciones récord
La siembra de trigo concluyó con 6,7 millones de hectáreas implantadas y el 81,9% del área en condición hídrica adecuada u óptima. “Todo indica que podríamos superar los 20 millones de toneladas de producción, un nivel que no veíamos desde hace tiempo”, destacó Romano.
Sin embargo, las ventas a precio de la nueva cosecha representan apenas el 2% del total, frente a un promedio histórico del 13%, lo que podría generar problemas de almacenamiento hacia fin de año. En julio, los embarques de trigo sumaron casi 600.000 toneladas, con Brasil como principal destino.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), por su parte, informó que “el 90% de los lotes de trigo de la región núcleo se encuentran en condiciones excelentes a muy buenas. Para encontrar una situación comparable hay que retroceder al ciclo 2019/20, cuando bajo esa condición combinada se encontraba el 80% de los lotes trigueros a esta altura del año. Seis años atrás, las lluvias de julio permitían un arranque destacable del cereal”.
Maíz: avance lento y competencia externa
La cosecha nacional de maíz alcanzó un avance del 89,3%, con la mayor parte del área pendiente ubicada en el sur, donde la humedad excesiva retrasa los trabajos. Aun así, en los últimos días ingresaron más de 2.000 camiones a los puertos, lo que redujo la presión de compra de los exportadores.
“Venimos con volúmenes de embarque muy bajos para una cosecha de 50 millones de toneladas y con Brasil entrando fuerte al mercado, lo que pone en duda que podamos recuperar el ritmo sin ajustes en los precios”, advirtió Romano.
En Estados Unidos, tanto la soja como el maíz mantienen buenas condiciones de cultivo, lo que ejerce presión bajista sobre los precios internacionales. En el caso de la soja, analistas prevén que Brasil modere el crecimiento de área sembrada en la campaña 2025/26. En maíz, los valores bajos podrían estimular la demanda y reactivar compras de cobertura de los fondos especulativos.
Expectativa por el informe del USDA
El martes se difundirá el reporte mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que será clave para el mercado. Los analistas esperan incrementos en los rindes estimados de soja y maíz, dada la excelente condición de los cultivos.
Romano recordó que “el año pasado el USDA también incrementó sus proyecciones en este reporte y volvió a hacerlo en septiembre, pero luego las redujo hasta cerrar por debajo del rinde inicial”. Hacia fin de mes se realizará el Pro Farmer Crop Tour, que aportará otra lectura sobre el potencial productivo en un contexto de muy buenas condiciones, lo que podría reforzar las proyecciones de rindes más altos.