El proyecto quita impuestos internos a vehículos, electrónica y otros rubros, y apunta a reactivar la inversión (Imagen Ilustrativa Infobae)

El nuevo proyecto de Reforma Laboral incorpora un conjunto de cambios impositivos que buscan incentivar la actividad económica del sector privado y facilitar la inversión. El borrador, producido tras negociaciones y consultas tanto con cámaras empresarias como con representantes del Gobierno, contiene propuestas dirigidas a aliviar la presión tributaria sobre empresas, propietarios, inversores y sectores productivos.

Entre los ejes principales del texto, el Gobierno plantea una baja en el Impuesto a las Ganancias que pagan las empresas y la eliminación de tributos internos que habían impactado sobre productos electrónicos, bienes de lujo y automóviles. Esta reforma fiscal también se orienta a fijar condiciones que impulsen proyectos de inversión nacional y extranjera, bajo diferentes esquemas con requisitos y beneficios diferenciados.

La iniciativa contempla además la introducción de exenciones para alquileres destinados a vivienda y la venta de inmuebles por personas físicas, beneficios para quienes operan en los mercados financieros y nuevas reglas para amortización acelerada e incentivos fiscales para proyectos productivos de diversa escala. La presentación formal del proyecto se prevé para los próximos días ante el Senado, como parte de la estrategia oficial para consolidar apoyo parlamentario a la reforma.

Reducción del Impuesto a las Ganancias para sociedades

Según el borrador distribuido, desde el año 2026 regirán nuevas escalas del Impuesto a las Ganancias para personas jurídicas. El tramo del 30% bajará al 27%, mientras que el de 35% descenderá al 31,5%. Esta medida beneficiará tanto a las pequeñas y medianas empresas que tributan al tipo menor, como a las grandes compañías incluidas en la tasa superior. El ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó en un reportaje televisivo que estos cambios se orientan a sustentar la reforma laboral y mejorar el clima de inversión.

En las tratativas previas, Caputo mantuvo contactos directos con cámaras empresariales y multinacionales, en los cuales expuso la decisión oficial de actualizar el esquema de cargas. La baja de Ganancias fue uno de los puntos reiterados por los sectores privados como fundamental para alentar la planificación de nuevos proyectos.

Nuevas escalas de Impuesto a las Ganancias aplicarían a sociedades desde 2026, con rebajas en todos los tramos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Exenciones en alquileres y ventas de inmuebles

Otro aspecto relevante apunta a la exención de Ganancias sobre los alquileres de inmuebles destinados a vivienda única. El esquema establece que, cuando una persona ofrezca una propiedad para casa-habitación de terceros, los ingresos derivados dejarán de tributar el gravamen. El texto indica que en ese sector predominan pagos en efectivo sin declarar.

El proyecto prevé que la venta de inmuebles por personas humanas quedará exenta desde el 1 de enero de 2026. Tanto la transferencia de casas, departamentos, terrenos o lotes por particulares saldrá del alcance del impuesto a partir de la fecha mencionada.

Eliminación de impuestos internos a electrónicos y bienes de lujo

En el rubro de impuestos internos, el texto legal elimina la imposición que aplicaba a productos electrónicos como celulares y otros dispositivos, así como a automotores, motos, aeronaves, embarcaciones y objetos considerados suntuarios. La medida alcanza también a otros bienes y servicios: seguros, espectáculos cinematográficos, videogramas grabados, telefonía celular, comunicación audiovisual y alquileres con destino a vivienda que no impliquen locación múltiple.

El Gobierno incluye en la propuesta la eliminación de estos tributos, pero la información provista no presenta un análisis específico sobre cómo afectará a fabricantes, importadores, comercializadores o consumidores finales.

Incentivos y simplificación para inversores financieros

El régimen prevé una eximición del pago de Ganancias sobre la compraventa de activos financieros, un beneficio que aplicará a bonos, obligaciones negociables, acciones, fondos comunes de inversión y Cedear, tanto para activos listados como para aquellos sin cotización en mercados autorizados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). La única excepción son las monedas digitales o criptoactivos, cuya renta financiera seguirá alcanzada por el impuesto. En cuanto a la enajenación de inmuebles por personas humanas, el texto no incluye esta excepción para monedas digitales, por lo que la exclusión sólo se aplica a la renta financiera.

En el resumen oficial, se menciona la eliminación de los impuestos cedulares a la renta financiera y a la enajenación de inmuebles, y la manutención del gravamen únicamente para monedas digitales en el caso de ingresos financieros.

El régimen de incentivos para medianas inversiones busca alentar la modernización y ampliación productiva (Imagen Ilustrativa Infobae)

Alivio fiscal para el sector agroindustrial

A través de una excepción específica, la reforma introduce la exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la energía eléctrica utilizada en sistemas de riego del sector agroindustrial.

Ajuste por inflación y amortización acelerada

El nuevo texto incorpora la actualización por inflación de las pérdidas fiscales de empresas a partir de 2025, permitiendo que compañías puedan trasladar sus quebrantos a ejercicios futuros sin perder valor contable por la erosión inflacionaria. La medida se informa para todas las empresas alcanzadas por el régimen.

Las empresas beneficiadas también tendrán la posibilidad de acelerar la amortización de bienes de uso incluidos en el impuesto a las ganancias, deduciendo la inversión en uno o dos años y no en lapsos prolongados.

Régimen especial para nuevas inversiones

El proyecto crea un Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI) enfocado en estimular proyectos productivos liderados por empresas nacionales y extranjeras que no cuenten con antecedentes penales tributarios o deudas fiscales. Los montos mínimos requeridos varían según el tamaño de la firma: US$ 150.000 para microempresas, US$ 600.000 para pequeñas, US$ 3,5 millones para medianas del primer tramo, US$ 9 millones para medianas del segundo tramo y US$ 30 millones para grandes compañías.

El esquema prevé beneficios como la amortización acelerada en Ganancias, devolución anticipada de IVA a partir del tercer período fiscal y la posibilidad de reemplazar activos sin pérdida de los beneficios. Según el texto oficial, sólo califican aquellas inversiones productivas aplicadas a la adquisición, elaboración, fabricación o importación de bienes muebles nuevos (excepto automóviles), así como a la ejecución de obras afectadas directamente a actividades productivas en el país.

Quedan excluidas del régimen las inversiones orientadas a activos financieros, de portfolio y bienes de cambio.

Modificaciones menores y adecuación técnica

Otras modificaciones puntuales incluidas en el proyecto comprenden la actualización de la valuación de hacienda, ajustando los criterios para postergar la valuación hacia el momento final del ciclo productivo del ganado. Estos cambios se detallan para la actividad agropecuaria.