La UEFA sancionó con una multa a Rumania, y con multa y derrota a Kosovo debido a la interrupción el pasado viernes del partido de la Liga de Naciones entre ambas selecciones, después de que el conjunto visitante decidió retirarse del campo de juego, por los cánticos contra ellos expresados desde las tribunas en Bucarest.

Cuando el partido se encaminaba a un 0 a 0 clavado, una parte de los fanáticos locales comenzaron a gritar “¡Serbia, Serbia!”, lo que llevó a los futbolistas kosovares a abandonar el terreno de juego antes de la suspensión definitiva del partido.

En su decisión disciplinaria comunicada este miércoles, la UEFA consideró a Kosovo “responsable de que el partido no pudiese completarse” y decretó su derrota por 3-0, lo que consolida a Rumania al frente del grupo 2 de la Liga C, con seis victorias en otros tantos partidos y 18 puntos, y le asegura el ascenso a la Liga B.

Además, la Federación kosovar deberá además pagar 6.000 euros de multa por “conducta incorrecta del equipo”. Pero en términos económicos la sanción de mayor monto es para la Federación rumana, condenada a pagar 128.000 euros (135.000 dólares) por varias infracciones disciplinarias. Rumania deberá jugar a puertas cerradas su próximo partido en casa.

Para explicar su decisión, la UEFA cita el “comportamiento racista” de los aficionados rumanos, la transmisión de “mensajes políticos provocadores”, las perturbaciones durante el himno kosovar, el lanzamiento de objetos o el encendido de bengalas y el uso de puntero láser.

El rumano Radu Dragusin intenta separar una riña entre su compañero Denis Alibec, y Mergim Vojvoda de Kosovo durante el encuentro de la Liga de Naciones que fue suspendido en Bucharest el sábado 16 de noviembre del 2024. (AP Foto/Alexandru Dobre)

Rumania no reconoce la independencia de Kosovo, declarada en 2008, al igual que Serbia, que mantuvo en determinadas zonas de su antigua provincia instituciones “paralelas”, desde escuelas a hospitales.

Recientes estimaciones determinaron que aproximadamente 100.000 serbios viven en Kosovo.