Aldo Maximiliano Vannucci entraba al videojuego Fortnite, engañaba a menores, les hacía regalos, forjaba una relación de “amistad” virtual y, finalmente, les pedía fotos desnudos que luego difundía por redes pedófilas. Lo hizo sistemáticamente hasta que los padres de un niño detectaron la maniobra del pederasta.

Al hombre, argentino nacido en Córdoba, con nacionalidad italiana y radicado desde hace años en España, lo descubrieron y en 2023 lo metieron en prisión. Pero recién ayer, finalmente, la Justicia de Madrid lo condenó a 433 años de prisión al encontrarlo culpable de 10 delitos, incluido uno de agresión sexual con penetración.

No obstante, dentro de 20 años, a sus 66, podrá recuperar la libertad, ya que el Código Penal español prevé ese plazo como máximo para estar en prisión. Una vez fuera de prisión será expulsado del país, al que no podrá regresar por 10 años.

La investigación judicial contra el depredador sexual argentino -que ya tenía antecedentes penales por este tipo de delitos- también incluye una decena de delitos de abuso sexual a menores de edad, 18 de embaucamiento o ‘sexting’, siete de elaboración de pornografía infantil y 13 de ciberacoso o ‘grooming’. Por eso, deberá indemnizar a sus víctimas en una suma superior a los 90 mil euros.

El pederasta argentino, durante el juicio, llevado a cabo el último més: se defendió y argumentó que eran

Los hechos ocurrieron durante 2021, cuando Vannucci se hizo un usuario en el videojuego Fortnite. Durante ese tiempo contactaba menores de 13 años que conocía en el juego y con los que entablaba una relación de confianza a partir de que les regalaba tokens -conocidos como “pavos”- que implicaban artículos como pases de pantallas, trajes, herramientas, entre otros.

Cuando lograba confianza suficiente, el pederasta los invitaba a hacer videollamadas vía Skype o por el sistema de audio del propio juego y les pedía que mostraran sus genitales o posaran desnudos. Muchos, por la confianza, aceptaban.

Vannucci, que vivía en Málaga, hacía capturas de pantallas de esas imágenes, les asignaba un nombre a cada uno y guardaba esos archivos en una carpeta que llevaba el nombre de “Angelitos”. Posteriormente subía estos archivos a una cuenta del servidor MEGA.NZ. Hay registros de ese modus operandi desde septiembre de 2021. En ese servidor se encontraron fotos de 25 menores, la mitad de ellos no se pudieron identificar.

Vannucci fue detenido en 2023 en Málaga: ya había sido condenado a 50 años de prisión por los mismos delitos

La investigación contra el argentino comenzó en julio de 2021 cuando los padres de un chico de 9 años detectaron actividad extraña de su hijo en Skype. El chico les contó que hablaba por ahí con “un amigo del Fortnite” porque él le había regalado acciones para mejorar su desempeño en el videojuego.

Incluso les hizo una detallada descripción de su “amigo”: era un hombre de mediana edad, pelo largo, con sobrepeso. Los investigadores luego concluyeron que se hacía pasar por informático o por profesor de inglés y que vivía en Málaga con su madre. Y también descubrieron que había abusado sexualmente de un adolescente de 16, hijo de una amiga.

Los agentes analizaron más de 560 gigabytes de información en el material informático intervenido Vannucci, que ya había sido detenido en 2005 y condenado a 50 años de prisión por otros 22 delitos de abuso sexual y dos de exhibicionismo, por los que pasó más de una década en la cárcel y fue expulsado de España, aunque pudo regresar por su doble nacionalidad. Como no podía trabajar de forma legal por sus antecedentes penales, vivía y era mantenido por su mamá. Y hacía “changas” online de traducción o clases particulares justamente a menores.

Además, Vannucci tenía la perversión de visitar con frecuencia playas nudistas de las costas española y francesa, donde tomaba fotografías de personas desnudas.

La policía española encontró más de 500 gigabytes con información que los jueces comprobaron como evidencia

El argentino fue condenado este viernes pero está en prisión preventiva desde 2023. Había accedido a plataformas de videojuegos en línea en más de 3.000 ocasiones durante los dos últimos años. “Se ganaba su confianza, se hacía su amigo y los niños, de edades tan cortas, no intuían que lo que les pedía podría tener carácter sexual”, contaron los investigadores a la prensa española.

El equipo del Departamento Contra el Cibercrimen de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil trabajó durante meses para corroborar los hechos y comprobó que el italoargentino había contactado niños de distintos puntos de España. De hecho, constataron que hecho 81 pagos a cuentas de usuarios de juegos que eran menores de edad.

Vannucci siempre se defendió de las acusaciones argumentando que se construían sobre fabulaciones de los chicos y que él era inocente, víctima de una mentira en cadena de todos los niños.

Pero las pruebas fueron tan contundentes como sus antecedentes penales. «Se trata de un depredador sexual“, sintetizó de manera contundente la abogada de los menores abusados frente a los jueces de Madrid. Por eso, lo condenaron a más de cuatro siglos.