La parroquia Natividad del Señor, Rosario, donde oficia el reconocido padre Ignacio Peries, fue escenario de un atentado con una bomba molotov. En el lugar dejaron también una nota en la que reclamaban por la liberación del Marcelo Fernández, un narco conocido como “Frentudo” al que detuvieron el jueves luego de más de 40 allanamientos en la ciudad
El episodio ocurrió este sábado a la madrugada en el edificio situado en Mena al 2600, en el barrio Rucci, cuando una persona pasó por el lugar y arrojó el artefacto de estruendo, que explotó en el suelo e incendió una reja y parte de una de las paredes de la iglesia, según consigna el diario La Capital.
De acuerdo al sitio local de noticias Rosario3.com, el agresor habría elegido ese punto estratégico para dejar el mensaje con el objetivo de darle una mayor trascendencia al contenido de la nota allí encontrado y presionar para que dejen en libertad al criminal en cuestión, a quien le atribuyen una gran influencia en el ambiente delictivo de la zona.
Fernández fue uno de los siete detenidos que hubo como resultado de una serie de operativos simultáneos -en el que participó personal de la Policía Federal Argentina (PFA), la División Unidad Operativa Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)- realizados en los barrios Parque Casas de Rosario y en la ciudad de Capitán Bermúdez.
La investigación del ataque contra la parroquia quedó a cargo del fiscal Pablo Socca, el mismo funcionario judicial que intervino en la investigación que terminó con la detención de “Frentudo”, quien -entre otras causas- en 2017 “había sido detenido por amenazas de muerte a un grupo de policías y por haber intervenido en el copamiento de una comisaría luego de un cortejo fúnebre”, tal como señalan los medios locales.
Quién es el padre Ignacio
El padre Ignacio Peries Kurukulasuriya nació el 11 de octubre de 1950 en Balangoda, Sri Lanka (ex Ceilán) y llegó al país luego de ordenarse sacerdote en el Reino Unido en 1979. Como contó LA NACION, su primera misión fue en suelo argentino. Pasó por Tancacha, en Córdoba, y luego recaló en la ciudad de Rosario, de la que nadie quiere que se vaya.
Los fieles le asignan el don de la sanación. “Él es humilde: solo es un mediador para que los enfermos se recuperen. Sus manos sanan”, destacan los testimonios que se reciben los fines de semana de la gente que lo visita desde diferentes puntos del país y del exterior.
Además, son conocidas las marchas de fe del Vía Crucis de Semana Santa. La primera manifestación masiva tuvo lugar el viernes 1º de abril de 1994, cuando se reunieron unos 25 mil fieles para escuchar y recibir su bendición.