Los dientes cumplen funciones importantes en el proceso de masticación, digestión y habla. Asimismo, su aspecto genera preocupación por parte de los seres humanos, ya que una sonrisa radiante eleva la autoestima y transmite confianza en uno mismo. Sin embargo, por más que destinemos tiempo al cuidado de nuestra boca, diariamente nos enfrentamos a placas bacterianas y peor aún… a sarro.
Pero, ¿qué es el sarro y cómo se forma? Según la página web del doctor Toledo, de la Clínica Dental de Zaragoza, el sarro es uno de los problemas dentales más comunes que, si no se trata, podría desencadenar en un cuadro más grave.
“El sarro se produce cuando la placa dental se mezcla con la saliva y los restos de alimentos y se endurece, en un proceso conocido como calcificación. La placa dental es una fina película que se encuentra en la superficie de los dientes, sobre la que proliferan las bacterias”, explica.
Y continúa: “Al comer, las bacterias de la boca descomponen los carbohidratos obtenidos de los alimentos en un ácido, mezclándose con la saliva y las partículas de comida sobrantes y creando la placa. Dicha placa se acumula en los dientes tanto por encima como por debajo de la línea de las encías. El cepillado de dientes y el uso regular del hilo dental pueden eliminar la placa, pero si no te deshaces de ella, esta puede endurecerse y formar el sarro”.
Asimismo, la mayor o menor formación de sarro también depende del pH de la saliva de cada persona, porque quienes tengan el pH más bajo serán más propensos a sufrir sarro.
Si cepillás tus dientes adecuadamente (tres veces al día, es lo ideal), usás el hilo dental una o dos veces al día (se recomienda hacerlo de noche); utilizás un enjuague bucal, comés alimentos saludables (evitar las bebidas y comidas con exceso de azúcares) y evitás malos hábitos como el cigarrillo y el alcohol, tendrás menos posibilidades de padecer sarro.
Por otra parte, la acumulación del sarro puede provocar distintas afecciones como:
- Gingivitis: inflamación y el sangrado de las encías.
- Periodontitis: infección avanzada de las encías que puede llegar a afectar al hueso que sostiene los dientes.
- Halitosis: mal aliento.
- Caries: huecos en los dientes que pueden causar dolor, infección e incluso pérdida de dientes si no se tratan.
- Otras enfermedades: el sarro puede estar relacionado también a problemas cardiovasculares o algunas patologías digestivas.
El método casero para eliminar el sarro
Si es tu caso y tenés sarro, te contamos cómo eliminarlo de manera fácil y accesible. Necesitarás bicarbonato de sodio y sal, dos productos que tenés en casa. De todas formas, cabe aclarar que siempre es fundamental consultar con tu odontólogo de cabecera la mejor alternativa para afrontar este problema.
Paso a paso: cómo hacer la mezcla mágica para eliminar el sarro de los dientes
- Mezclar en un bowl el bicarbonato de sodio y la sal con agua para armar una pasta.
- Luego, debés apoyar el cepillo de dientes mojado sobre la mezcla y empezar a cepillar las zonas con mayor acumulación de sarro.
- Por último, enjuagar la boca con agua para eliminar los excedentes de la pasta.
Es importante destacar que no debe hacerse un uso excesivo de este método casero, ya que podría debilitar el esmalte de los dientes. En este sentido, es recomendable utilizarlo como máximo dos veces por semana. Ante cualquier duda o inconveniente, no dudes en visitar a tu odontólogo de confianza.