Un oficial de policía ucraniano inspecciona un edificio dañado en la ciudad Vovchansk, en la zona fronteriza con Rusia de la región de Kharkiv, noreste de Ucrania, el 13 de mayo de 2024. EFE/EPA/GEORGE IVANCHENKO

Un grupo de ex presidentes de España y América Latina condenaron este miércoles la invasión de Rusia a Ucrania, una “acción criminal y de lesa humanidad” que ha “afectado severamente los principios fundacionales de las Naciones Unidas”, según dijeron en una declaración.

Con motivo de los 1.000 días de la agresión rusa a Ucrania, que se cumplió el martes, 28 ex mandatarios integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) expresaron su solidaridad con las víctimas y sus familias por este “grave atentado al Derecho internacional por parte de Rusia y (su presidente) Vladímir Putin”.

“La impunidad modeladora de esta acción criminal y de lesa humanidad, que se sostiene en el tiempo y deja, junto a miles de víctimas civiles una cifra de 6.000.000 de refugiados – sólo superada por la diáspora de los venezolanos – ha afectado severamente los principios fundacionales de las Naciones Unidas, como el del respeto a la dignidad de la persona humana y la garantía de sus derechos; sólo posible mediante el imperio del Estado de Derecho y, como reza la Declaración Universal de Derechos Humanos, al través de ‘un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos’, dijeron los firmantes.

Rubrican el texto Mario Abdo (Paraguay), Carlos Alvarado y Óscar Arias (Costa Rica), José María Aznar y Mariano Rajoy (España), Felipe Calderón (México), Rafael Ángel Calderón y Laura Chinchilla (Costa Rica), Alfredo Cristiani (El Salvador), Vicente Fox (México), Federico Franco (Paraguay), Eduardo Frei (Chile) y Osvaldo Hurtado (Ecuador) y Julio María Sanguinetti (Uruguay).

También suscribieron la declaración Mauricio Macri (Argentina), Jamil Mahuad (Ecuador), Carlos Mesa (Bolivia), Mireya Moscoso (Panamá), Lenin Moreno (Ecuador) Iván Duque, Álvaro Uribe y Andrés Pastrana (Colombia), Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez y Luis Guillermo Solís (Costa Rica) y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay).

Desde la izquierda, el expresidente del Gobierno de España, José María Aznar, el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, y el ex presidente ecuatoriano Osvaldo Hurtado (EFE/Giorgio Viera)

Por otra parte, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos cifró el martes en 12.162 los civiles muertos y casi 26.919 los heridos desde el inicio de la “triste” invasión puesta en marcha por el Ejército ruso contra Ucrania hace.

El portavoz de la oficina, Jeremy Laurence, indicó que entre las víctimas mortales hay al menos 659 menores de edad y recordó que en tan solo los últimos días han muerto en el país una treintena de civiles a causa de varios ataques rusos perpetrados contra las ciudades de Sumi, Odesa y Glujov.

Por su parte, el papa Francisco lamentó la “inmensa tragedia” de Ucrania. En una carta publicada por Vatican News, el pontífice hizo un llamado a los líderes implicados en el conflicto a “emprender recorridos de diálogo, reconciliación y concordia” para poner fin a la guerra.

Será Dios quien pronuncie la última palabra sobre esta inmensa tragedia”, escribió Francisco en la carta dirigida al arzobispo y nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas.

En su mensaje, también extendió un saludo a todos los ucranianos, “estén donde estén”, y expresó su profunda empatía al reconocer que “ninguna palabra humana puede proteger sus vidas de los bombardeos cotidianos”. Asimismo, lamentó que dichas palabras tampoco puedan “consolar a quienes lloran a sus muertos, ni curar a los heridos, ni repatriar a los niños, ni liberar a los prisioneros, ni mitigar los crudos efectos del invierno, ni devolver la justicia y la paz”.

El papa Francisco enfatizó la importancia de la “Paz”, escribiendo la palabra con mayúscula para subrayar que “lamentablemente ha sido olvidada en el mundo de hoy”. Además, expresó su deseo de que esa paz “vuelva a resonar en las familias, las casas y las calles de la querida Ucrania”.

Concluyó su carta con una reflexión contundente, afirmando que Dios “pedirá cuentas” por el conflicto en Ucrania, al tiempo que “recoge todas las lágrimas esparcidas”.