El envejecimiento saludable ha sido una meta estudiada durante años por la comunidad científica, quienes buscan factores que permitan vivir más tiempo con buena calidad de vida. Mientras que la mayoría de las investigaciones se centran en la alimentación y la actividad física, un reciente estudio puso el foco en los patrones de sueño como un elemento decisivo.

Publicado en la revista BMC Public Health por un equipo de investigadores en China, el análisis concluye que mantener un sueño constante de siete a ocho horas por noche puede aumentar significativamente las probabilidades de envejecer de manera saludable.

Dormir las horas indicadas ayuda a tener una vida más saludable a medida que se envejece

¿Qué se entiende por envejecimiento saludable?

El estudio definió el envejecimiento saludable como la capacidad de vivir una vida prolongada sin enfermedades crónicas importantes, con un buen estado físico y cognitivo, salud mental estable y una participación activa en la vida social. Estos factores son fundamentales para mantener la autonomía y la calidad de vida en la vejez.

El análisis se basó en datos recopilados de 3306 adultos de nacionalidad china, quienes al inicio del estudio no presentaban enfermedades crónicas importantes. A lo largo de un período de seguimiento de nueve años, se monitorearon sus patrones de sueño y se evaluó su estado general en 2020.

El envejecimiento saludable es la capacidad de vivir una vida prolongada sin enfermedades crónicas importantes, con un buen estado físico y cognitivo

Los resultados mostraron que quienes mantenían una norma de descanso constante dentro del rango recomendado tenían un 18,1% de probabilidades de envejecer saludablemente.

El análisis identificó cinco patrones principales de sueño:

  • Estable normal (7-8 horas constantes)
  • Estable corto (menos de 6 horas)
  • Estable largo (más de 9 horas)
  • Decreciente (reducción progresiva del tiempo de sueño)
  • Creciente (incremento progresivo del tiempo de sueño)

Los resultados mostraron que quienes seguían un patrón de sueño estable normal tenían mayores posibilidades de alcanzar una vida larga y saludable. En contraste, los decrecientes y crecientes estuvieron asociados con un riesgo significativamente mayor de no envejecer de forma óptima.

El grupo con sueño estable corto fue el más afectado, con una probabilidad del 48% menos de alcanzar una vida prolongada saludable en comparación con quienes mantenían un patrón estable normal.

Dormir entre siete y ocho horas al día puede ser clave para mejorar las posibilidades de una vida más larga y en mejores condiciones de salud

El verdadero impacto del sueño insuficiente o excesivo en la salud

Dormir menos de seis horas por noche o más de nueve horas también mostró efectos negativos en la salud a largo plazo. Estas duraciones extremas pueden ser indicadores de problemas subyacentes que afectan tanto el bienestar físico como mental.

Los investigadores explicaron que la privación de sueño crónica puede aumentar los niveles de cortisol y otros biomarcadores inflamatorios, lo que contribuye a problemas metabólicos y cognitivos. Por otro lado, dormir en exceso podría ser una señal de problemas de salud no diagnosticados, como trastornos respiratorios o depresión.

El estudio subraya la importancia de monitorear los cambios en los patrones de sueño a lo largo del tiempo, especialmente en personas de mediana edad y mayores. Las alteraciones en la duración pueden ser señales tempranas de problemas de salud que, si se abordan a tiempo, podrían mejorar las probabilidades de un envejecimiento saludable.

Aunque el estudio se centró en adultos mayores en China, sus hallazgos coinciden con investigaciones previas realizadas en otras partes del mundo. Un estudio similar en Estados Unidos mostró que dormir menos de seis horas por noche estaba asociado con un riesgo 48% mayor de desarrollar problemas de salud relacionados con el envejecimiento.

Recomendaciones para un sueño saludable

Los especialistas sugieren que mantener un horario regular, evitar la cafeína en horas nocturnas y reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir puede mejorar la calidad del descanso. Además, crear un entorno adecuado, con una temperatura agradable y libre de ruido, puede ser clave para lograr un sueño reparador.

Dormir por las noches no solo representa un período de descanso, sino un proceso crítico para la recuperación física y mental. Descansar las horas necesarias y mantener un patrón constante no solo ayuda a sentirse bien a corto plazo, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida a medida que se envejece.