Abel Pintos celebró sus 30 años con la música con un concierto histórico en la ciudad de Buenos Aires. Una noche irrepetible marcada por la ovación de más de 20 mil personas en Ciudad Universitaria. El público colmó cada rincón del predio, ansioso por volver a ver en escena al artista que, desde hace tres décadas, atraviesa la vida musical de la Argentina y late como propio en el corazón de sus seguidores.

¿Puede un recital transformarse en un acto de agradecimiento colectivo? Abel lo logró. Un show de dos horas y media, 34 canciones, un torrente de emociones desplegadas a lo largo de sus grandes éxitos. Desde “Sueño Dorado”, “Para Cantar he nacido” y “Alelí”, pasando por “La Llave”, “Cómo Te Extraño”, “Motivos”, “Oncemil” y “Juntos”, hasta arribar a su flamante “Hielo al vino”, el festejo tomó, canción tras canción, el pulso de una biografía compartida. El escenario vibró con cada acorde y a lo largo de una noche porteña templada, la multitud coreó letra por letra como si la vida entera le fuera en ello.

Abel Pintos brilló ante 20 mil personas en Ciudad Universitaria (Prensa Abel Pintos)

“Abel 30 Años”: así se llama el tour que inició hace algunos días en Rosario y que, a juzgar por la entrega de los presentes, marcará un nuevo hito en su carrera. Este ciclo de celebraciones tendrá continuidad el próximo año en diversos escenarios de todo el país.

Pero el aniversario no habría estado completo sin un gesto de trascendencia. El 8 de diciembre, en el Día de la Virgen, el propio cantante, acompañado por Marcelo González, ambos nombrados como nuevos padrinos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, encabezaron una acción que dejó estampada la huella de este festejo: una donación y plantación de 30 árboles de nuez pecán en los espacios verdes del nosocomio, uno por cada año dedicado a la música.

Estuvieron presentes el Dr. Pablo Neira, director de la institución, Alicia Garré, directora de la Cooperadora, un grupo de voluntarios, personal médico y familias de pacientes.

El proyecto, bajo el ala de Plan Divino, la productora que reúne a González y al músico, no es antojadizo. Las plantaciones de nuez pecán comenzaron, años atrás, en el establecimiento La Matera, en la ciudad de Mercedes, con un propósito claro: fomentar el cuidado del ambiente y generar recursos sostenibles en el tiempo. Desde entonces, la iniciativa creció, participando en la reforestación de los bosques “Alta en el Cielo” y extendiéndose a diferentes regiones argentinas, hilando un puente entre educación, cultura e historia nacional a través de la referencia a nuestras canciones patrias.

Abel Pintos en el marco de la donación y plantación de 30 árboles de nuez pecán en el Hospital de Niños

La visión se mantuvo intacta al llegar al trabajo con el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. La Cooperadora y los padrinos continúan acompañando la remodelación del Pabellón Gómez, convencidos de que ese será un legado duradero para el cuidado y la atención de miles de niños.

¿Quién puede decir si, en el futuro, un niño que cruce los pasillos del hospital se detendrá a la sombra de estos árboles para probar su fruto? Ese es el verdadero valor de la plantación: propósito, territorio y futuro entrelazados. Quedarán ahí para que la nueva generación herede no solo un alimento, sino el ejemplo de un compromiso palpable con el entorno y con quienes vendrán.

Abel Pintos junto con autoridades como el Dr. Pablo Neira, director de la institución, Alicia Garré, directora de la Cooperadora, un grupo de voluntarios, personal médico y familias de pacientes

La nuez pecán, elegida para la ocasión, es más que un símbolo: aporta grasas saludables, antioxidantes, vitamina E, complejo B, manganeso, zinc y fibra, con beneficios comprobados para todas las edades. Su consumo favorece la salud cardiovascular, sostiene la energía y ayuda a reducir el estrés oxidativo.

Porque mientras el eco del último estribillo se fundía con los aplausos tras ese histórico show, quedó claro que estos 30 años no solo celebraron la música y una carrera, sino la siembra de raíces nuevas: en la tierra, en la memoria y en el porvenir de cientos de niños.