Nelson Ortiz falleció este lunes a raíz de las lesiones (Facebook)

Un hombre falleció este lunes en la provincia de Chubut, tras ser apuñalado en el cuello por un compañero de trabajo. El ataque se produjo tras una discusión vinculada a un conflicto laboral que arrastraban desde hacía tiempo.

La víctima fue identificada como Nelson Ortiz, quien trabajaba con su agresor en Correo Argentino. El hombre murió tras permanecer internado en terapia intensiva desde el viernes pasado, cuando ocurrió el ataque en el barrio Ferroviario de Km 5, en Comodoro Rivadavia. El atacante fue detenido y quedó a disposición de la Justicia.

Según reconstruyeron medios locales, alrededor de las 20:35 del viernes, Ortiz llegó a la casa del agresor en un auto de aplicación para confrontarlo por un conflicto laboral que mantenían desde hacía tiempo.

Ortiz llegó a la casa del agresor en un Uber para confrontarlo por un conflicto laboral (Facebook)

Tras bajar en la calle Óscar Alustiza, la discusión escaló y el dueño de la vivienda, identificado como Tomás Eloy Cárdenas Vílchez, terminó atacándolo con una puñalada profunda en el cuello. De acuerdo con ADN Sur, fue la misma madre del asesino quien llamó a la ambulancia para solicitar auxilio.

La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Zonal Alvear de Comodoro Rivadavia, donde ingresó en estado grave a terapia intensiva. Debido a la complejidad de la herida, fue derivado al Hospital Regional de la misma ciudad, donde falleció ayer.

De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal (MPF) de la provincia, el pasado sábado se realizó la audiencia de control de detención. Allí, el fiscal Juan Carlos Caperochipi le imputó el delito de “tentativa de homicidio simple” a Vílchez y solicitó su prisión preventiva, que se aprobó por 30 días.

Sin embargo, tras la muerte de la víctima, la investigación pasó a estar en manos del fiscal Julio Puentes. El MPF adelantó que se solicitará una nueva audiencia para cambiar la carátula de la causa.

La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Zonal Alvear de Comodoro Rivadavia

Un mes atrás, un joven de 20 años fue asesinado de una puñalada en el pecho durante un altercado en medio de una avenida de la ciudad de Puerto Madryn. El agresor que lo atacó, de 21 años, se entregó a la policía horas después y quedó detenido con prisión preventiva.

El hecho se produjo cuando Thiago Molina cruzó a Julián Ariel Navarro en la esquina de Avenida Muzzio y Estanislao del Campo, según informó el Ministerio Público Fiscal de Chubut. De acuerdo a la investigación, ambos ya se conocían y habían tenido un conflicto anterior en 2023.

El momento de la agresión.

La secuencia, que quedó grabada en cámaras de seguridad, empezó a varias cuadras de donde se concretó el ataque. Molina persiguió a Navarro a bordo de una motocicleta desde Avenida 20 de Junio y Gales hasta que lo interceptó. Los dos discutieron y Navarro intentó alejarse en su vehículo.

Sin embargo, unas cuadras más adelante, Molina lo interceptó otra vez y, cuando la víctima estaba dentro del auto, le asestó una puñalada en el corazón con un cuchillo.

Navarro intentó llegar al hospital por sus propios medios, pero se desvaneció a las pocas cuadras. Las cámaras de seguridad registraron tanto la persecución como el momento exacto del ataque, y esas imágenes fueron incorporadas como prueba clave en la causa.

La víctima del crimen.

A pocas horas del homicidio, Molina se presentó en la Comisaría Primera, acompañado por su defensor particular, Héctor Vargas, y quedó detenido.

La causa está caratulada como homicidio simple, prevista en el artículo 79 del Código Penal, que establece penas de 8 a 25 años de cárcel.

En las redes sociales familiares y amigos despidieron a la víctima. “Hasta pronto, Juliancito… Se va a hacer justicia por lo que pasó. Te vamos a extrañar, negro”, publicó un familiar de Navarro.

“Que se haga justicia para Julián… para que descanse en paz ‘El Sonrisa’. Me queda los mejores recuerdos de la secu y de todas las boludeces que hacíamos”, escribió una ex compañera de escuela.

“Te arrebataron la vida, Juli. Ni las palabras valen, ni los códigos existen hoy en día. Qué mal que está la gente”, lamentó una allegada.