Los osos Gordo y Florencia y la tigresa Flora serán los primeros animales del ex zoo de Luján que dejarán sus diminutas jaulas en la Provincia de Buenos Aires para vivir en santuarios en Europa. El operativo fue montado por la ONG austríaca Four Paws, que está a cargo además de los otros 61 felinos que quedan en el predio bonaerense cerrado durante la pandemia de coronavirus del 2020. Mientras tanto, avanza la causa judicial contra el dueño del ex zoo, Jorge Semino, acusado de crueldad animal.

Desde agosto comenzó el trabajo de campo de Four Paws. Llegó un equipo de 15 personas, comandado por la argentina Luciana D´Abramo, y comenzaron con la evaluación de los animales. “Lo primero que tuvimos que hacer es reforzar la seguridad para poder empezar a evaluar a los animales. Fue un milagro que durante este tiempo no se haya escapado ningún felino”, explica D´Abramo en diálogo con Infobae.

La dura vida en cautiverio

Durante estos cinco años, los animales (en el ex zoo también hay dromedarios, cebras, monos y un chimpancé) sobrevivieron con algunos cuidadores que intentaban darle comida casi todos los días. Para eso, usaban las donaciones de caballos y vacas muertas que llegaban de los campos cercanos de Luján.

Los osos tuvieron problemas en la dentadura por el cautiverio (Four Paws)

Gordo y Florencia eran animales que provenían de trabajos en circos. Fueron abandonados y derivados al predio de Luján cuando todavía funcionaba como zoológico y era visitado por cientos de niños cada fin de semana. “Tienen muchos problemas por la vida en cautiverio y en espacios pequeños – asegura la especialista de Four Paws -. Por ejemplo, no pueden hacer la hibernación característica en este tipo de animales. Viven en alerta y estrés todo el tiempo”.

Gordo pesa 350 kilos. “Una enormidad para un animal de su especie – afirma D´Abramo-. Esto se debe a que tiene poco espacio para moverse». En tanto, Florencia es más chica.

Luciana revela, además, que Gordo tenía los dientes lastimados por intentar romper los barrotes de la jaula. “Gordo tenía problemas en los ojos y se lo notaba con mucho estrés cuando lo trataron los veterinarios de Four Paws”, explica la enviada de la ONG.

Gordo pesa 350 kilos debido a la mala alimentación (Four Paws)

Gordo y Florencia rumbo a Bulgaria

Gordo y Florencia convivían cada uno con su respectiva pareja en el ex zoo de Luján. Pero no tienen buena relación entre ellos. Por ese motivo vivirán también en espacios separados en el santuario al que serán derivados.

“Nuestra idea es que puedan ser trasladados antes de fin de año. Los papeles y aprobaciones del Estado son mucho más simples que en el caso de los felinos”, asegura la directiva de Four Paws.

Los dos osos irán a un santuario de Four Paws en Bulgaria que se llama Belitza. “El lugar abrió hace unos 25 años, cuando en ese país se prohibieron los espectáculos con osos. Los hacían bailar con una pollera en dos patas y para eso había mucho maltrato. Los hacían caminar sobre brasas para que tuvieran ese reflejo”, explica Luciana.

En una primera etapa, Gordo y Florencia van a estar en recintos solos para poder adaptarse a sus nuevas condiciones de vida. “La socialización en los osos no es simple y no queremos que corran riesgos”, explica D´Abramo.

La tigresa Flora vive en una jaula de apenas 4 metros cuadrados (Four Paws)

El calvario de la tigresa Flora

Flora es una tigresa de un tamaño muy pequeño para su edad que vive en el ex zoo de Luján, en una jaula de apenas 4 metros cuadrados. “Fue la primera que atendimos porque su caso era muy grave. Tenía las uñas encarnadas hasta el hueso de sus patas delanteras – explica Luciana -. La operaron los veterinarios pero requiere mucha atención porque las uñas se le pueden volver a encarnar en las heridas”.

La tigresa irá a Países Bajos a un santuario especial que tiene Four Paws en ese país para grandes felinos. “Allí la atenderemos en una especie de terapia intensiva – cuenta Luciana-. En ese espacio se la va a monitorear todo el tiempo”.

La tigresa vivió todo su vida en solitario en la jaula del predio de Luján. “Estaba todo el tiempo en alerta porque alrededor tenía otros grandes felinos que le generaban la sensación de peligro todo el tiempo. Eso genera un alto grado de estrés”, cuenta Luciana.

Gordo es atendido por los veterinarios de Four Paws en Luján (Four Paws)

El viaje de Gordo, Florencia y Flora

Los tres animales serán trasladados en avión a sus destinos. En el caso de la tigresa hay vuelos directos de Buenos Aires a Ámsterdam. Los osos deberán hacer escala, seguramente en alguna ciudad de Alemania, para luego seguir viaje a Bulgaria.

Tanto los osos como la tigresa viajarán en la bodega del avión en un recinto acondicionado para la ocasión. “Van despiertos y todo el tiempo monitoreados por personal de Four Paws que viaja en la misma aeronave en la zona de pasajeros”, explica Luciana.

“Es una operación compleja, que hay que tener coordinada de antemano para poder pasar a los diferentes países y llegar a destino en los santuarios”, sostiene la directiva de Four Paws.

Flora será trasladada a principios del 2026 a un santuario en Países Bajos (Four Paws)

Mientras tanto, sigue la atención de los otros 61 felinos que también serán trasladados a santuarios en Europa.

“Son animales que vivieron todo este tiempo en jaulas muy pequeñas. Tienen mucho estrés emocional. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que los tigres son animales solitarios. Suelen ir solos o en pareja. Y acá, están en contacto visual con otros 40 felinos”, explica Luciana sobre la situación en el predio de Luján.

“En muchos animales vemos problemas con la dentadura. Eso les causa dolor y le genera mucho nerviosismo – explica Luciana-. Tuvimos que hacer extracciones demuelas y dientes para mejorar su calidad de vida”.

Otros operativos de Four Paws en Argentina

Four Paws ya hizo dos operaciones de felinos en Argentina. En 2022, rescató en San Luis a cuatro tigres de Bengala—Mafalda, Gustavo, Messi y Sandro—que habían estado confinados en vagones de tren durante más de 15 años. En una compleja misión que abarcó varios continentes, fueron trasladados al santuario de grandes felinos Lionsrock en Sudáfrica. En 2023, salvó a dos tigres abandonados de una granja de cría ilegal en Balcarce. Al no haber santuarios adecuados para grandes felinos en Argentina, los animales fueron trasladados a Al Ma’wa for Nature and Wildlife en Jordania.

Los animales ya esperan los trámites finales para ser trasladados a los santuarios de Bulgaria y Países Bajos. Durante el 2026, le seguirán los otros 61 felinos del ex zoo de Luján. Quizás para el video del viaje, la mejor canción sería Carta de un león a otro de Chico Novarro. En el video se verá su llegada al nuevo hogar, mientras se escucha el final de la canción. “Volver a la naturaleza. Sería su mayor riqueza. Allí podrán amarse libremente. Y no hay ningún zoológico de gente. Cuidate hermano. Yo no sé cuándo, pero ese día, viene llegando.”