Cossette López-Osorio, una de las tres consejeras del árbitro electoral de Honduras, denunció este martes un intento de boicot contra la conferencia de prensa que debía marcar el reinicio de la divulgación de los resultados electorales.
A través de un mensaje en la red social X, López-Osorio afirmó que su colega Marlon Ochoa se opuso públicamente a la reanudación de los procesos y organizó la llegada de colectivos del partido Libertad y Refundación (Libre) al evento, así como miembros de su propio despacho, quienes irrumpieron en el Hotel Plaza Juan Carlos de Tegucigalpa.
Según la consejera del Consejo Nacional Electoral de Honduras (CNE), este grupo ejerció “actos de intimidación” y buscó impedir que se realizara la comparecencia pública del CNE: “A pocos metros nos encontramos la consejera Ana Paola Hall y yo. Alerta, pueblo hondureño”, concluyó la denuncia.
La situación descrita por López-Osorio se produce en medio de una creciente incertidumbre respecto al escrutinio de los votos en las elecciones presidenciales de Honduras. El país permanece sin un resultado definitivo cuarenta y ocho horas después de la jornada electoral, mientras los datos oficiales permanecen interrumpidos por problemas técnicos y señalamientos de irregularidades en el proceso de transmisión.
En declaraciones brindadas durante la mañana a CNN, López-Osorio atribuyó la suspensión de la Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) a una “falla técnica” en la plataforma y negó que se tratara de una medida deliberada del órgano electoral. Explicó que el sistema estaba diseñado para operar sin interrupciones importantes, garantizando la divulgación preliminar desde el cierre de las urnas a las 17:00 hasta la mañana siguiente. Indicó además que, ante el incidente, el CNE convocó a una sesión extraordinaria para exigir explicaciones técnicas a la empresa hondureña ADS, responsable de la infraestructura tecnológica electoral.

La propia ADS, de acuerdo a un comunicado recogido por El Heraldo, informó que su plataforma DINAES experimentó dos intentos de hackeo el 30 de noviembre, cuando se detectó un flujo inusual de solicitudes que saturó los sistemas de seguridad y provocó la caída temporal de varios servicios críticos, entre ellos la integración con el entorno de AWS y el procesamiento en el clúster de Kafka. Esta situación derivó en la acumulación de datos no procesados y generó nuevos retrasos en la digitalización y divulgación de los resultados oficiales.
Hasta el último reporte oficial, el CNE había procesado aproximadamente el 57% de las actas, dejando pendiente la contabilización y validación de una parte significativa de los votos, principalmente aquellos que no pudieron transmitirse digitalmente, según indicó la presidenta del Consejo, Ana Paola Hall.
Mientras tanto, los principales aspirantes presidenciales, Nasry Asfura y Salvador Nasralla, continúan protagonizando un empate técnico, ambos reclamando la victoria sobre la base de actas parciales en su poder. En tanto, la candidata de Libre, Rixi Moncada, denunció manipulación de resultados y solicitó mayores garantías de transparencia.
Diversas organizaciones, incluyendo la Misión de Observación Electoral de la OEA (MOE/OEA), han llamado al CNE a priorizar la transparencia y la protección del voto, reforzando los controles para evitar la erosión de la confianza ciudadana en la autoridad electoral. Mientras tanto, el ambiente en la Plaza Central de Tegucigalpa es de expectativa contenida, con normalidad en las actividades diarias pero con las miradas puestas en un proceso de escrutinio que podría extenderse hasta Navidad, en caso de persistir las dificultades para el conteo y la publicación de resultados definitivos.
(Con información de EFE)