
Mientras se observan cierres de fábricas, las ventas de electrodomésticos se mantienen al alza, aún cuando la suba de tasas desincentivó el uso del crédito para adquirir este tipo de productos en los últimos meses. El nivel de importaciones alcanza máximos históricos y la producción local se ubica en mínimos.
Esta situación queda en evidencia con el cierre de una planta de Whirlpool en Pilar. Había sido inaugurada en 2022 pero la pérdida de competitividad para exportar y la competencia con electrodomésticos del exterior obligó a la empresa a organizarse hacia una operación más comercial que de fabricación. Como resultado, se perdieron 220 puestos de trabajo.
Además, Electrolux y Mabe adoptaron distintas medidas para enfrentar la crisis en sus plantas de Rosario y Córdoba. En el primer caso, se pactó un esquema de suspensiones rotativas de los trabajadores directos hasta el 31 de diciembre de 2025. En el segundo, se inició un proceso de reestructuración y de retiros voluntarios. En conjunto, hay 600 trabajadores afectados.
Según Analytica, la producción del sector “aparatos de uso doméstico”, en donde se encuentran los fabricantes electrodomésticos, registra mínimos históricos: similares a los de mediados del año pasado y mediados de 2020, un 23% por debajo del promedio entre 2016 y 2023, excluyendo 2020.

“Estos bajos niveles de producción no son consecuencia de una baja demanda, ya que las cantidades vendidas de lavarropas y heladeras, a pesar de observar una baja en los últimos meses por un freno en el crecimiento del crédito y por la debilidad de la actividad, se encuentra en máximos desde por lo menos 2020″ explicó la consultora.
Así, la financiación y desaceleración de los precios por la apertura importadora son los factores que en gran medida explican el comportamiento del mercado.
Con una demanda que permanece relativamente estable y una producción local en baja, el abastecimiento interno termina cubriéndose cada vez más con importaciones.
Por caso, el ingreso de heladeras y lavarropas del exterior anota máximos históricos en términos reales, con aumentos interanuales acumulados hasta octubre de 387,1% y 924,2%, respectivamente.

Además de la apreciación del tipo de cambio, distintas medidas de apertura comercial impulsaron de manera clave el aumento de las importaciones del sector:
- La eliminación del sistema SIRA a partir de diciembre de 2023.
- La reducción de aranceles para heladeras y lavarropas del 35% al 20%, dispuesta en mayo de 2024.
- La eliminación del impuesto PAIS, que redujo el costo efectivo de importación.
- Desde julio de 2025, la implementación de un nuevo régimen para viajeros, que permite ingresar al país un electrodoméstico de línea blanca comprado en el exterior, bajo ciertas condiciones.
“Este fuerte incremento importador explica, en gran medida, la desaceleración de precios en el rubro, que derivó en una compresión significativa de márgenes para las empresas del sector”, apuntó Analytica.
En varios casos, un electrodoméstico importado puede resultar más económico que el costo de producción en Argentina, lo que hace que muchas empresas dejen de ser competitivas tanto en el mercado local como externo.
En la Ciudad de Buenos Aires, el precio promedio de los electrodomésticos aumentó un 78,4% desde noviembre de 2023, frente a un alza del 259,3% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general en el mismo período.

Esto se tradujo en un abaratamiento relativo del 50% frente al promedio de la economía, lo que ubicó al sector entre los bienes durables con la mayor caída de precios. Medidos en dólares, los electrodomésticos registraron además una baja del 56,1%.
A su vez, con el salario mediano registrado del sector privado como referencia, en septiembre de 2025 se necesitaba solo medio sueldo para comprar un lavarropas, es decir, un 46% menos que en noviembre de 2023. Este nivel de acceso no se veía desde mediados de 2019.
“Las dificultades del sector no responden a una contracción de la demanda, sino más bien a una combinación de apertura importadora y mayor presión competitiva, que debilita los márgenes de las empresas locales y pone en cuestión la sostenibilidad de la producción nacional”, resumió Analytica.
Y precisó que al primer trimestre de 2025 el sector empleaba a 15.167 trabajadores registrados de manera directa, 1.316 menos que en el cuarto trimestre de 2023.