
Aníbal Ramón Cabaña, de 61 años, enfrenta un pedido de prisión perpetua tras ser acusado por el asesinato a balazos de su expareja, Natalia Ocampo, y quien era su novio en ese momento, César Valenzuela, en un hecho ocurrido el pasado 6 de abril en Rosario.
La acusación formal quedó expuesta este lunes en la audiencia preliminar desarrollada en el Centro de Justicia Penal ante el juez Hernán Postma.
La investigación a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo sostiene que Cabaña actuó en un contexto de violencia de género, ingresó a la vivienda de la víctima con llaves sustraídas previamente y disparó con el propósito de ejecutar a ambas personas.
El proceso será juzgado bajo la modalidad de juicio por jurados, un esquema recientemente implementado en distintos departamentos de la provincia.
De acuerdo con la reconstrucción aportada en la audiencia por el Ministerio Público de la Acusación, Cabaña accedió a la vivienda de Natalia Ocampo, ubicada en Rosario, tras haberle robado las llaves.
Una vez dentro, se dirigió a la planta alta, donde Valenzuela se encontraba junto a la mujer. Según la acusación, pateó una puerta divisoria para irrumpir en el living-cocina y, armado con una pistola Bersa calibre 9 mm, efectuó al menos ocho disparos.
Según informó el portal Rosario3, Ocampo, de 47 años, recibió dos balazos en la cabeza y uno en el cuerpo que le causaron la muerte en el lugar. A continuación, tras un forcejeo, Cabaña disparó cinco veces contra Valenzuela, alcanzándolo en el cráneo y el torso.

En la causa, Cabaña está imputado por homicidio calificado por el vínculo y por mediar un contexto de violencia de género, agravado por el uso de arma de fuego (en el caso de Ocampo), homicidio agravado por uso de arma de fuego (por Valenzuela), portación ilegítima de arma de fuego de guerra, encubrimiento y daño.
La Fiscalía informó que Ocampo había realizado varias denuncias contra su expareja por episodios de maltrato y amenazas durante la relación, que se extendió por al menos 18 años.
Las primeras presentaciones datan de 2010 y 2011, mientras que la última la radicó en marzo pasado, poco antes del crimen, cuando la víctima expresó su voluntad de separarse tras iniciar un vínculo con otra persona.
Según el relato oficial, dos semanas antes del hecho Cabaña amenazó de muerte a Ocampo, hecho que constaba formalmente en una denuncia por amenazas simples.
La situación se había agravado después de que la mujer le comunicara su decisión de terminar la convivencia, decisión atribuida al inicio de su nueva relación. Esta secuencia, aseguran los investigadores, establece la existencia de un contexto de violencia de género previo al crimen.
Tras ejecutar los disparos, Cabaña se entregó voluntariamente en una comisaría local y detalló la ubicación del arma homicida, que había escondido en el tanque de agua de la casa de una de sus hermanas.
En la audiencia preliminar realizada ayer lunes, el fiscal Alejandro Ferlazzo formalizó el pedido de prisión perpetua para Cabaña, apoyando la solicitud en la calificación de homicidio calificado por el vínculo y por el contexto de violencia de género, agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con portación ilegítima, encubrimiento y daño.
A su vez, el juez Hernán Postma dispuso la continuidad del proceso bajo la modalidad de juicio por jurados.
De esta manera, establecieron que la audiencia de selección de jurados y la fecha de inicio del debate quedarán establecidas en las próximas semanas. Mientras tanto, Cabaña permanece detenido a la espera de la decisión del tribunal popular, enfrentando la máxima pena prevista por la legislación vigente para homicidios con agravantes.