La impresión 3D en prótesis no logra reducir los costos de producción tras una década de avances tecnológicos (Unlimited Tomorrow)

La promesa de la impresión 3D en el ámbito de las prótesis generó grandes expectativas: dispositivos personalizados, fabricados con precisión y a un costo accesible. Sin embargo, una década después de los primeros titulares, la realidad es más compleja.

Aunque la tecnología demostró su utilidad y permitió avances en la personalización y funcionalidad de las prótesis, los costos de producción siguen siendo elevados, lo que limita su alcance y accesibilidad, según un informe de IEEE Spectrum. Sin embargo, la ciencia no frena en su avance hacia una mejor calidad de vida de los pacientes.

Evolución y expectativas con la impresión 3D

Hace aproximadamente 10 años, la cobertura mediática sobre impresión 3D transmitió la idea de una revolución, medios internacionales celebraban la fabricación de manos protésicas por solo USD 15 o USD 20, gracias a iniciativas como E-nable. Esta organización conectaba a propietarios de impresoras con niños que necesitaban prótesis, lo que impulsó la esperanza de soluciones personalizadas y asequibles.

A pesar de esto, la fase inicial mostró los límites técnicos. Los primeros modelos íntegramente plásticos presentaban falta de fuerza, escasa precisión y poca comodidad para los usuarios, lo que llevó a una etapa de desencanto. Profesionales y usuarios concluyeron que la tecnología y las regulaciones aún no estaban listas para cumplir con las expectativas que se habían difundido.

Las trabas económicas y regulatorias limitan el acceso a prótesis personalizadas fabricadas con impresión 3D (Imagen ilustrativa Infobae)

Ventajas técnicas con mejoras en la personalización

Más allá de los desafíos, la impresión 3D permitió avances significativos en la personalización de dispositivos. Quorum Prosthetics, con sede en Windsor (Colorado), desarrolló un socket ajustable capaz de adaptarse en volumen y compresión, lo que ofrece un ajuste más preciso y cómodo.

La impresión 3D hizo posible diseñar este componente con un nivel de detalle que beneficia tanto a pacientes como a profesionales, ya que reduce la necesidad de ajustes posteriores.

El director ejecutivo de Quorum Prosthetics, Joe Johnson, señaló en IEEE Spectrum: “Con la impresión 3D podemos fabricar cinco prótesis en una noche, pero los costos de operación siguen siendo altos”. Destacó también que aunque sería posible fabricar su socket con métodos tradicionales, esta técnica facilita el proceso y mejora la calidad.

Por su parte, Operation Namaste, fundada por el protésico Jeff Erenstone, aprovechó la tecnología para estandarizar la fabricación de liners de silicona. Gracias a moldes impresos en 3D y materiales locales, producen componentes de alta calidad por unos USD 22, facilitando su acceso en países con recursos limitados.

Empresas como Quorum Prosthetics y Operation Namaste innovan en el diseño de prótesis, aunque enfrentan desafíos financieros (Quorum)

Desafío de los costos: por qué la impresión 3D no se abarató

A pesar de la reducción del trabajo manual, la impresión 3D introduce gastos considerables; software especializado, mantenimiento de impresoras industriales que pueden superar el millón de dólares, y sistemas de climatización.

Esto significa que cada socket impreso cuesta más de USD 1.000, incluso cuando se fabrican varios a la vez. “Los costos son en realidad más altos que si no usáramos impresión 3D, pero la calidad es superior”, afirmó Johnson.

Unlimited Tomorrow, fundada por Easton LaChapelle, intentó hacer más accesible la mano protésica TrueLimb, ofrecida a consumidores por USD 7.000, mucho menos que otras manos mioeléctricas. No obstante, este precio seguía siendo inaccesible para muchos.

Además, la lógica de facturación de los seguros médicos permitía a los protésicos cobrar más por dispositivos tradicionales, por lo que los incentivos para reducir precios desaparecieron. Sobre esto, LaChapelle reconoció: “Nos convertimos exactamente en el problema que intentábamos resolver”.

Impacto en países de bajos recursos

El impacto del avance de Operation Namaste en países de bajos recursos o en situación de conflicto, es significativo con su accesibilidad (Operation Namaste)

En contextos de bajos recursos y zonas de conflicto, la impresión 3D ha abierto posibilidades que antes no existían, aunque también presenta restricciones. Operation Namaste demostró que resulta especialmente útil donde la accesibilidad constituye un desafío crucial. Erenstone resaltó que “la impresión 3D tiene valor en países de bajos ingresos porque la accesibilidad es mucho más difícil”.

El Victoria Hand Project, con sede en Canadá, implementó laboratorios de impresión 3D en clínicas de diversos países, incluyendo Ucrania y Sudán, capacitando a profesionales locales en software y equipamiento.

Esto incrementó la disponibilidad de diseños de bajo costo y facilitó la transferencia de conocimientos. Sin embargo, persisten dudas sobre la durabilidad de los dispositivos impresos con equipos modestos en comparación con modelos tradicionales.

Por su parte, Quorum Prosthetics con la iniciativa “One Leg at a Time” en Tanzania, capacitó personal local en escaneo y medición, pero la impresión final de las prótesis se debe realizar en Colorado, ante la falta de acceso a equipos industriales en el país africano.

Barreras regulatorias y seguros médicos

La durabilidad de las prótesis impresas en 3D genera dudas frente a los modelos convencionales en clínicas internacionales (Unlimited Tomorrow)

Condicionantes regulatorios y la cobertura de seguros médicos representan otro freno considerable. En 2023, se incorporaron en Estados Unidos códigos de facturación (L-codes) específicos para sockets impresos en 3D, habilitando su cobertura en sistemas de salud.

A pesar de ello, Johnson señaló que las “aseguradoras alcanzaron un nivel de sofisticación en la redacción de pólizas que pueden eludir los mandatos que deberían garantizar la cobertura”, lo que dificulta el acceso a estos dispositivos.

La resistencia afecta también a tecnologías previas, como las rodillas con microprocesador, que llevan más de 20 años en el mercado y aún enfrentan restricciones en la cobertura. Los intentos de abaratar los dispositivos mediante el reciclaje tampoco encontraron respaldo en las aseguradoras.

Innovaciones recientes con perspectivas a futuro

Aunque el desafío persiste, la innovación no se detiene. Unlimited Tomorrow suspendió la producción de la mano TrueLimb, pero su equipo trabaja en la comercialización de guantes hápticos para aplicaciones en realidad virtual. Los beneficios de este proyecto se destinarán al desarrollo de una prótesis corporal impulsada mecánicamente para su distribución a través de una organización sin fines de lucro.

Mientras tanto, la impresión 3D sigue permitiendo la colaboración internacional y el intercambio de conocimientos, aunque la promesa de prótesis verdaderamente asequibles y de alta calidad para todos los pacientes aún no se materializó.