
El G7 anunció este viernes en Toronto el lanzamiento de 26 nuevos proyectos para reducir el dominio de China en las cadenas globales de suministro de minerales críticos, en lo que el ministro de Energía de Canadá, Tim Hodgson, calificó como un compromiso “claro y decidido” de la alianza para reformar el mercado internacional.
Los ministros de Energía del Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos se reunieron tras el reciente acuerdo entre Donald Trump y Xi Jinping, en el que China se comprometió a suspender por al menos un año las restricciones a la exportación de tierras raras, materiales esenciales para la fabricación de alta tecnología.
Hodgson enfatizó que los pasos iniciales dados por la recién creada Alianza de Producción de Minerales Críticos del G7 “envían un mensaje muy claro al mundo”. “Estamos comprometidos con reducir la concentración del mercado y la dependencia”, afirmó, haciendo referencia al dominio chino sobre el sector.
Aunque reconoció que extender y diversificar las cadenas de suministro llevará tiempo, el funcionario señaló que el objetivo es crear sistemas integrales, “desde la mina hasta el imán”.
Los proyectos presentados incluyen asociaciones con aliados del G7, si bien Estados Unidos no figura aún en acuerdos específicos. El secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, defendió que la administración Trump está plenamente alineada con los socios del grupo para contrarrestar la influencia de Beijing, y planteó que el bloque tendrá que emplear también tácticas “no basadas en el mercado” para hacer frente a la posición dominante de China.
Wright instó a los países del G7 a fortalecer su capacidad propia de extracción, procesamiento y producción de productos derivados de las tierras raras, indispensables en industrias como la automotriz, la electrónica y la defensa.
“La acción ambiental y el crecimiento económico van de la mano, y Canadá se propone demostrarlo de forma concreta en el ámbito internacional. Nos centramos en soluciones prácticas que fortalezcan la resiliencia, protejan nuestros recursos hídricos y combatan la contaminación. Ya sea mediante la promoción de economías circulares o electricidad limpia, trabajamos con nuestros socios para construir un mundo justo, sostenible y competitivo que beneficie a todos“, señaló Julie Dabrusin, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático canadiense.
Tae-Yoon Kim, responsable de la división de tierras raras en la Agencia Internacional de Energía, consideró que la reunión de Toronto representó “una oportunidad importante para comenzar a redistribuir el poder del mercado”.
“La fuerte concentración de refinado de los minerales críticos en un solo país (China) crea riesgos económicos y de seguridad nacional”, explicó Kim a la agencia AFP. Si bien numerosos países cuentan con reservas significativas de minerales, el dominio de China radica en su enorme capacidad de procesamiento y refinación, especialmente en el caso de las tierras raras, imprescindibles para dispositivos electrónicos y tecnologías avanzadas.
Kim advirtió que, como gran parte del mineral pasa por empresas chinas, Beijing puede consolidar sus reservas y ejercer un control considerable sobre la oferta mundial.
Por su parte, Estados Unidos dio un paso clave hacia la independencia de China en el mercado de tierras raras al firmar un acuerdo estratégico con Malasia que garantiza la libre importación de minerales críticos, sin cuotas ni restricciones, anunciado durante la cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur
El pacto también otorga licencias a empresas estadounidenses para participar directamente en el desarrollo del sector minero malasio.
Según el documento oficial, el objetivo es que la inversión bilateral sea “lo más libre y resistente posible”, en línea con la estrategia de Washington de reducir la dependencia del suministro chino. Esta iniciativa se suma a acuerdos previos con Australia, uno de los países con mayores reservas de tierras raras, así como a convenios recientes de cooperación con Tailandia y Camboya.
Con estas alianzas, la administración del presidente estadounidense Donald Trump impulsa una renovada arquitectura logística para asegurar el flujo de minerales esenciales hacia los sectores de defensa, energía y tecnología.
(Con información de AFP)