Las protestas contra el Gobierno de Irakli Kobajidze en Georgia continúan por segundo día consecutivo, dejando un saldo de 107 personas detenidas y 10 agentes de seguridad heridos, según un comunicado emitido por el Ministerio del Interior este sábado.
Las manifestaciones que tienen lugar en varias ciudades del país, incluida la capital Tiflis, han sido una respuesta al descontento por la decisión del Gobierno de posponer las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea (UE) hasta finales de 2028.
El Ministerio del Interior georgiano informó que las detenciones se realizaron “de conformidad con los artículos 166 y 173 del Código de Infracciones Administrativas”, que contemplan sanciones por desobediencia a las autoridades y vandalismo menor.
Además, señalaron que los enfrentamientos con los manifestantes dejaron a un agente hospitalizado con quemaduras en distintas partes del cuerpo.
“Los empleados del Ministerio del Interior, para restablecer la ley y el orden, utilizaron medios especiales establecidos por la ley”, afirmó el comunicado, refiriéndose al uso de cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Las autoridades también denunciaron que los participantes en las protestas lanzaron objetos como piedras, botellas de vidrio y elementos pirotécnicos contra los policías, lo que intensificó los choques.
Las movilizaciones comenzaron como respuesta a la decisión del gobierno de Kobajidze de aplazar las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea hasta 2028. Este anuncio profundizó la desconfianza de parte de la población, que percibe una proximidad creciente con Moscú.
Los manifestantes acusan al gobierno de seguir un rumbo político alineado con Rusia, especialmente tras la aprobación de una controvertida ley de agentes extranjeros, similar a la implementada por el Kremlin para controlar las actividades de organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación.
El jueves, durante la primera jornada de manifestaciones, las protestas terminaron con cerca de 50 detenidos, mientras que algunas personas, incluidos periodistas, denunciaron haber sido golpeados por las fuerzas de seguridad.
A pesar de que las protestas del viernes han sido menos violentas, las tensiones persisten, con la Policía haciendo uso de medidas como los cañones de agua para contener a las multitudes en las inmediaciones del Parlamento.
El Ministerio del Interior pidió a los ciudadanos “abstenerse de realizar acciones ilegales y acatar las instrucciones” de las autoridades, subrayando que las manifestaciones han superado repetidamente las normas legales sobre reuniones y manifestaciones.
Georgia se encuentra en un momento de alta tensión política, con una parte significativa de la población demandando que el país avance hacia su integración europea.
La decisión del Gobierno de posponer las negociaciones con la UE ha sido percibida como una confirmación de su orientación prorrusa, un tema especialmente sensible en un país que aún sufre las consecuencias de la invasión rusa en 2008.
La ley de agentes extranjeros, aprobada recientemente, ha sido uno de los puntos más criticados por los manifestantes, quienes temen que sea utilizada para reprimir a la sociedad civil y a los medios independientes.
En contraste, el Gobierno de Kobajidze ha defendido su decisión como una medida necesaria para garantizar la estabilidad interna y el cumplimiento de las condiciones previas para la adhesión a la UE.
Sin embargo, los manifestantes consideran que estas acciones alejan cada vez más al país de los valores democráticos y europeos.
A medida que las manifestaciones continúan, se espera que las tensiones en las calles de Georgia sigan aumentando. Por el momento, la oposición no ha dado señales de retroceder, mientras que las fuerzas de seguridad mantienen una postura firme para evitar un escalamiento de los disturbios.
Las autoridades no han dado detalles sobre posibles negociaciones con los manifestantes, y la situación permanece volátil, con llamados a nuevas movilizaciones en los próximos días.
(Con información de Europa Press)