El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk (REUTERS/Cristina Chiquin)

La ONU consideró este viernes que la reforma en Nicaragua de un considerable número de artículos de la Constitución por parte del Congreso amenaza con desfigurar aún más el Estado de derecho y agravar la crisis de derechos humanos que se sufre en el país centroamericano.

“Estos cambios supondrán el golpe de gracia para las libertades fundamentales y el Estado de derecho en Nicaragua, y mermarán aún más los frágiles controles y equilibrios que quedan sobre el (poder) Ejecutivo”, declaró el alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, en reacción a la medida legislativa.

La Asamblea Nacional del régimen de Nicaragua aprobó este viernes por unanimidad y en primera legislatura enmiendas a la Constitución, las que tienen como consecuencia “refundar” el Estado, que pasará a ser “revolucionario”, y otorgar un poder absoluto al dictador Daniel Ortega y a su esposa, Rosario Murillo, sobre los demás poderes del Estado.

Ortega había enviado esta misma semana las propuestas al Legislativo, que se ha apresurado en aprobarlas. Se ha señalado que su ratificación en segunda legislatura está prevista para enero.

Türk explicó que con los nuevos poderes, Ortega y Murillo podrán “coordinar” el poder legislativo, el poder judicial y la comisión electoral, mientras que es claro que se restringirá más la libertad de expresión, tanto en el ámbito público como en el privado, y por motivos totalmente vagos.

El representante de la ONU también explicó que se elimina la referencia explícita al pluralismo político en la Constitución, refiriéndose únicamente al pluralismo social y cultural.

“La propuesta de despojar a la Constitución de su compromiso con el pluralismo político es una señal escalofriante en vísperas de las elecciones generales de 2026″, declaró el alto comisionado.

Türk denunció que también se pretende eliminar la prohibición explícita en la Constitución de la tortura y recordó que esta es ilegal “en cualquier contexto”.

“Los cambios propuestos también pretenden aumentar los poderes del gobierno para despojar a las personas de la ciudadanía”, recalcó.

El retiro de la ciudadanía ha sido ampliamente utilizado como medida de represión contra personas críticas del gobierno y disidentes, y desde febrero de 2023 al menos 546 nicaragüenses han sido despojados formalmente de su nacionalidad, lo que ha convertido a muchos de ellos en apátridas. Algunos también han sido despojados de sus bienes, incluyendo propiedades, cuentas bancarias y pensiones.

“La nueva Cuba”

Por otra parte, el dirigente opositor nicaragüense Juan Sebastián Chamorro dijo que esta reforma constitucional propuesta por el dictador Ortega convertirá a Nicaragua en “la nueva Cuba”.

El opositor nicaragüense Juan Sebastián Chamorro (EFE/ Bienvenido Velasco)

“En Nicaragua están los elementos que hacían falta para convertirse en Cuba”, señaló este jueves Chamorro, que fue excarcelado, expulsado hacia Estados Unidos y desnacionalizado hace 21 meses, en una conferencia de prensa virtual.

Chamorro, que fue encarcelado cuando anunció sus aspiraciones de competir por la Presidencia por la oposición en las elecciones de 2021, consideró que el nuevo orden planteado por el régimen de Ortega en su reforma constitucional “viene a reconfirmar” que Nicaragua se dirige hacia un totalitarismo como en Cuba.

“Y por eso Cuba está como está. Cuba está empobrecida, cayéndose en pedazos literalmente, no solamente en lo económico, en lo social, en lo político, sino físicamente en pedazos, precisamente porque ese sistema democrático supuestamente de representación popular, que ellos mismos también lo dicen, está llevando a ese país a la ruina”, opinó.

Por tanto, a juicio de Chamorro, “si ese mismo modelo está queriendo implantar Daniel Ortega en Nicaragua, vamos a tener entonces los resultados que ya estamos viendo en Cuba si no hacemos este cambio rápido hacia la democracia”.

(Con información de EFE)